Miembros de la Red-DESC exigen protección para una defensora de los derechos humanos en Perú

Fecha de Publicación: 
Martes, 16 Febrero 2016

Varios miembros organizacionales de la Red-DESC, incluyendo la Asociación Pro –Derechos Humanos del Perú (APRODEH), el Observatorio para la Protección de los Defensores de Derechos Humanos (compuestos por FIDH y OMCT) y Amnistía Internacional, entre otros, han denunciado recientes actos de hostigamiento e intimidación en contra de la defensora de derechos humanos Máxima Acuña de Chaupe  y su familia. Acciones Urgentes previous también han sido iniciado por Front Line Defenders, Association of Women in Development (AWID), AIDA y varios otras organizaciones.

La sra. Chaupe y su familia  viven en la zona de Sorochuco, Cajamarca, Perú, dentro del proyecto minero Conga. Máxima Acuña, integrante de la Asociación de Mujeres en Defensa de la Vida, representa de manera emblemática la lucha de las comunidades afectadas por la minería de defender sus derechos ante los megaproyectos como Yanacocha y Conga,  cuya principal accionista es la empresa estadounidense Newmont Mining Corporation, junto con la empresa peruana Minas Buenaventura y el Banco Mundial.

Según reportes recibidos, a las 9:30am del día 2 de febrero, personal de seguridad armado de la empresa minera Yanacocha entró en las tierras en litigio de la familia de Máxima Acuña de Chaupe y destruyó el cultivo de papas que producen para su propio sustento. La familia denunció el incidente ante el Ministerio Público. Dos días antes, el 30 de enero, el perro de la familia fue herido de arma blanca en el cuello.

Sostienen los miembros de la Red-DESC que estos incidentes son solo los más recientes entre una cadena de instancias anteriores donde la sra. Máxima Chaupe ha sido sujeto de acciones de intimidación. Las agresiones comenzaron en noviembre de 2011 cuando la empresa minera Conga decidió entrar al terreno que poseen los Chaupe con maquinaria para destruir su casa aduciendo que ellos eran los dueños del terreno. En esa situación, reportan que la hija menor de la familia, Jhilda Chaupe, se lanzó a la tierra para evitar que pase la retroexcavadora. Alegan que la policía le pegó con un fusil en la cabeza y ella quedó desmayada por varias horas. Al defender a su hija Máxima de Chaupe dice que fue golpeada con el arma en los brazos y piernas. Desde ese momento las hostilizaciones a la familia no han parado. A mediados de enero de 2015, reportan que entraron más de 15 policías y guardias de seguridad privada en sus tierras, y procedieron a sacar fotografías de la casa sin mostrar documentos legales que respaldaran sus acciones. El 3 de febrero de 2015, al menos 200 policías entraron en sus tierras para destruir una ampliación que estaban construyendo en su casa. En el año 2014, recibió llamadas telefónicas acompañadas por amenazas de muerte, si es que no salían de sus tierras. 

La familia Chaupe está actualmente involucrada en una disputa legal con la empresa minera sobre la propiedad de sus tierras, donde han vivido durante más de 20 años. En reconocimiento de la seriedad de estos hechos, el 5 de mayo de 2014, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, solicitó al estado peruano adoptar medidas cautelares para garantizar la vida y la integridad personal, entre otros, de la familia Chaupe Acuña; situación que, parece, no se ha cumplido.

Los miembros arriba mencionados exhortan al Gobierno de Perú a llevar a cabo una investigación inmediata, independiente, exhaustiva, efectiva e imparcial ante los hechos recientes para garantizar que los responsables sean llevados ante la justicia y tomar toda medida necesaria para garantizar la seguridad y la integridad física y psicológica de la sra. Chaupe, de su familia, y en general, la de todos los defensores de derechos humanos en Perú. 

Para firmar una petición circulada por Amnistía Internacional sobre el caso, hace click aquí.

Crédito fotos: FIDH y Lamula.pe.