Cómo usar la CEDAW y su Protocolo Facultativo para avanzar los derechos de las mujeres a la tierra y la propiedad

Fecha de Publicación: 
Lunes, 3 Agosto 2015

Los derechos de las mujeres a la tierra, la vivienda y la propiedad siguen siendo áreas clave en las que las mujeres son discriminadas y marginadas. De acuerdo con el informe ONU-Mujeres OHCHR, “independientemente de si una mujer vive en una zona rural o urbana, los derechos a la tierra también tienen graves consecuencias para el logro y el goce de sus derechos humanos, como el derecho a la igualdad, la alimentación, la salud, la vivienda, el agua, el trabajo y la educación”. Cada vez más expertos, donantes y defensores de los derechos reconocen que los derechos a la tierra tienen un papel crítico en el avance de la igualdad de género y en la resolución de problemas relacionados con otros temas de los derechos humanos, como el VIH, la violencia de género y la seguridad alimentaria. Ya lo dijeron el PNUD y Open Society Foundations: “la tierra y la vivienda son extremadamente importantes para el empoderamiento de las mujeres”.

En África, aunque los derechos de las mujeres a la tierra y a la propiedad en los últimos años han recibido más atención que nunca en términos del discurso político y los marcos legales, la realidad concreta de las mujeres sigue siendo relativamente la misma. La brecha entre la igualdad ante la ley (de jure o formal) y la igualdad en la práctica (de facto o sustantiva) sigue siendo un gran desafío, dado que, en la mayoría de los casos, las leyes progresistas no se implementan o no se cumplen del todo. Las mujeres siguen teniendo que enfrentar acaparamientos de tierras, ser desheredadas y una actitud patriarcal generalizada que sostiene que los hombres (y no las mujeres) tienen derecho a la tierra y a la propiedad. Sin embargo, las mujeres no se quedan mirando mientras se les niegan o quitan tierras: se están organizando, promoviendo e implementando estrategias innovadoras que logran la justicia agraria para ellas mismas y sus comunidades. Es necesario complementar este trabajo con otras actividades de incidencia en el nivel regional e internacional para promover el cambio sistemático, incluyendo actividades de litigio estratégico que fortalezcan la implementación legal de los derechos de las mujeres y por medio de estrategias de implementación que reconozcan los desafíos que plantea el cambio efectivo en la práctica.

Cómo avanzar estos derechos fue un tema clave en la reunión regional realizada el mes pasado en Nairobi, Kenia, llamada “Mecanismos Internacionales para Reclamar los Derechos ESC de las Mujeres en Africa”, parte de una serie de talleres regionales organizados por el Grupo de Trabajo sobre Mujeres y DESC (GT Mujeres y DESC) de la Red Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Red-DESC). Con la asistencia de más de 35 defensores de toda la región y bajo la coordinación conjunta del GT Mujeres y DESC, Kenya Human Rights Commission y Global Initiative for Economic, Social and Cultural Rights (GI-ESCR), el taller trató sobre la importancia de usar la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y su Protocolo Facultativo para avanzar los derechos de las mujeres. Se destacaron varios logros clave que tienen su origen en la creciente atención que el Comité CEDAW le está prestando a los derechos de las mujeres a la tierra y la propiedad, como quedó demostrado a principios de este año en las Observaciones Finales del Comité sobre Eritrea, Gabón, Maldivas y Tuvalu.

Durante los tres días del taller, los y las participantes participaron de debates sobre diversos temas, como el uso de los mecanismos de derechos humanos internacionales y regionales pertinentes como herramientas clave para avanzar el goce de los derechos ESC de las mujeres, así como las nuevas normas y herramientas que están surgiendo en el área de los derechos de las mujeres a la tierra y la propiedad, y su uso en tareas de incidencia nacional, regional e internacional. Se compartieron experiencias que pueden ser útiles para que sean más los defensores que logren acceder al Comité CEDAW con sus actividades de incidencia. Por ejemplo, un representante del Women’s Legal Aid Centre de Tanzania, organización que, junto con International Women’s Human Rights Clinic of Georgetown University Law Center, representó a dos viudas de Tanzania que obtuvieron una sentencia favorable para su caso contra el gobierno de ese país utilizando el Protocolo Facultativo de la CEDAW por violaciones relacionadas con la negación de su herencia basada en el género, estuvo presente durante la reunión para compartir su experiencia y las lecciones extraídas del caso. También se habló del tema de la presentación de informes paralelos ante el Comité; varias organizaciones compartieron sus experiencias en el trabajo para formar coaliciones nacionales para producir informes, para centrarse en un tema específico y para asociarse con organizaciones internacionales. Por ejemplo, la experiencia de Live and Learn Maldives, que se asoció con GI-ESCR a principios de este año para presentar un Informe Paralelo ante el Comité CEDAW sobre los problemas con la tierra según se relacionan con la participación en la gobernanza de los recursos naturales y la gestión de recursos. Un tema importante que se discutió fue el seguimiento de las observaciones finales del Comité y cómo interactuar con los Estados y con otros actores en el campo para asegurar la implementación de las recomendaciones.

Estas experiencias ayudaron a solidificar actividades futuras que incluirán el uso de la CEDAW y su Protocolo Facultativo para reclamar los derechos ESC de las mujeres y, en particular, los derechos a la tierra, la vivienda y la propiedad; esperamos que las organizaciones continúen fortaleciendo su trabajo y los proyectos de cooperación.

Para el futuro, también esperamos que se fortalezca el marco y se continúe con el trabajo de incidencia alrededor de estos temas. Se espera que el Comité CEDAW adopte una nueva Recomendación General sobre los Derechos de las Mujeres de Zonas Rurales. A principios de este año, en un evento paralelo organizado por GI-ESCR durante el Consejo de Derechos Humanos sobre el avance del empoderamiento de las mujeres por medio de la eliminación de la discriminación en los derechos a la tierra, la vivienda y el agua, la miembro del Comité  CEDAW Barbara Bailey (Jamaica), en su declaración, señaló que, especialmente para las mujeres que viven en zonas rurales, el goce de los derechos consagrados por la Convención es “difícilmente posible sin acceso a la tierra”. Destacó la importancia de una nueva Recomendación General, la cual será “parte integral de la jurisprudencia de la CEDAW” e “impondrá una obligación sobre los Estados parte de tomar todas las medidas necesarias para empoderar a las mujeres de zonas rurales mediante la eliminación de la discriminación y la protección de su derecho a la tierra, la vivienda y el agua”. En un evento que se llevará a cabo a finales de 2015, el GT Mujeres y DESC también busca facilitar el trabajo progresivo y continuo con la ONU por medio de una consulta conjunta con el Comité CEDAW, el Comité de DESC y miembros de la Red-DESC, con la finalidad de discutir novedades y explorar oportunidades para avanzar en la intersección entre las mujeres y los derechos ESC, incluyendo respecto de temas referidos a la tierra y la propiedad.

Sobre las autoras

Graciela Dede es la coordinadora del Grupo de Trabajo sobre Mujeres y DESC de la Red-DESC, Mayra Gomez es codirectora ejecutiva de Global Initiative for Economic, Social and Cultural Rights y Esther Waweru es responsable del Programa de Diversidad y Pluralismo Político de la Kenya Human Rights Commission. Agradecemos a Susie Talbot, oficial legal sénior de la Red-DESC, por su contribución con este artículo.

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Foto: UsingCEDAW