Debate de Septiembre 2014: Midiendo la Equidad de Género según los ODS después de 2015

Fecha de Publicación: 
Miércoles, 3 Septiembre 2014

La agenda de desarrollo de las Naciones Unidas después de 2015 se centra en la creación de objetivos, metas e indicadores que provean de un marco para la reducción de la pobreza y la inequidad y promuevan el desarrollo alrededor del mundo.

La Coalición de Mujeres después de 2015, una red de organizaciones nacionales, regionales e internacionales sobre derechos de las mujeres y justicia social, para la cual el Centro Global de Liderazgo de las Mujeres (CWGL) es el Coordinador Global, está trabajando para contribuir con los procesos generales después de 2015 desde una perspectiva feminista.

Una diferencia de los nuevos objetivos de desarrollo respecto a los ODM será la disponibilidad de nuevas tecnologías para la recolección de datos, análisis  y elaboración de informes. Esta “revolución de la información” tiene la posibilidad de mejorar la rendición de cuentas al proveer de mejores herramientas para el monitoreo e implementación de políticas e iniciativas. En su llamado a esta “revolución de la información”, el Panel de alto nivel para la Agenda de Desarrollo después de 2015 enfatizó la importancia de “no dejar a nadie de lado” y subrayó que “la información nos debe también permitir alcanzar a los más necesitados, y averiguar si ellos están recibiendo los servicios esenciales.”

 La Meta 5 de los objetivos y metas propuestos por las Discusiones del Grupo Abierto de Trabajo dice: “Alcanzar la equidad de género y empoderar a todas las mujeres y las niñas” se refiere directamente a la importancia del derecho de las mujeres al desarrollo (aunque no completamente). La equidad de género y los derechos de las mujeres también son puestos en primer plano en varios objetivos e indicadores propuestos de otras metas.

En Julio, la Red de Soluciones de Desarrollo Sostenible (SDSN) publicó un borrador de indicadores propuestos para los ODS. Para todas las metas, la SDSN ha identificado indicadores “clave” que serán usados para medir el desarrollo en todos los países, y el “Segundo nivel” que podrían aplicarse en algunos países. Más específicamente, la SDSN ha propuesto los siguientes indicadores para monitorear y evaluar el avance hacia el logro de la Meta 5:

 Indicadores Clave:

  • Prevalencia de mujeres entre 15 y 49 años que han sufrido violencia física o sexual por una pareja íntima en los últimos 12 meses
  • Porcentaje de casos denunciados sobre violencia sexual y de género contra mujeres y niños que son investigados y sentenciados
  • Porcentaje de mujeres entre 20 y 24 años de edad que estaban casadas o en una unión antes de alcanzar los 18 años
  • Prevalencia de prácticas tradicionales dañinas, incluyendo la mutilación genital femenina
  • Número de horas promedio utilizado en trabajo remunerado o no combinado (carga laboral total), por sexo
  • Porcentaje de puestos ocupados por mujeres o minorías en parlamentos nacionales y/o estamentos subnacionales elegidos de acuerdo a su respectiva participación en la población (Indicador modificado de los ODM)
  • Demanda alcanzada para la planificación familiar (indicador modificado de los ODM)
  • Índice total de fertilidad

 Indicadores de segundo nivel:

  •  (Indicador sobre educación en salud sexual) – a ser desarrollado
  • Edad media materna al nacer el primer hijo
  • Participación de mujeres en juntas de empresas multinacionales
  • Brecha de género en salarios, por sector de la actividad económica
  • Porcentaje de mujeres sin ingresos propios

Estos indicadores propuestos provocan una serie de preguntas interesantes. A nivel conceptual, ¿estos indicadores son suficientes? ¿Estos indicadores capturan la interseccionalidad? ¿Los indicadores cuantitativos son suficientes en el contexto de los derechos de la mujer y la equidad de género? ¿Qué otros indicadores son importantes para incluir en el monitoreo de la equidad de género, los derechos de la mujer y el empoderamiento femenino? Básicamente, ¿estos indicadores propuestos son suficientes para pedir cuentas a los gobiernos respecto a su avance en la consecución de estos objetivos de desarrollo?

A nivel práctico, ¿qué tan significativos son estos indicadores cuando el proceso de levantamiento de información muestra problemas? Por ejemplo, uno de los indicadores clave mide el “Porcentaje de casos denunciados sobre violencia sexual y de género contra mujeres y niños que son investigados y sentenciados.” Pero la realidad es que muchas mujeres en el mundo no reportan o denuncian dichos casos.

Otras consideraciones prácticas se refieren a la recolección de esta información, particularmente en países que en la actualidad no recogen esta data. ¿Qué debe hacerse para apoyar a los países que no cuentan con capacidad técnica? ¿Cuál es la mejor manera de coordinar a las instituciones locales, nacionales y regionales y los servicios estadísticos?

Facilitador: 
CWGL
Grupo(s) de Trabajo: