Protestas contra las medidas de austeridad y el estancamiento económico en El Líbano

Fecha de Publicación: 
Jueves, 28 Noviembre 2019

El pueblo del Líbano tomó al mundo por sorpresa cuando el 17 de octubre de 2019 salió a las calles para protestar contra las propuestas de medidas de austeridad. Según  Arab NGO Network for Development (ANND), El Líbano se ha visto afectado por el aumento de la deuda pública. En un boletín mensual centrado en el levantamiento libanés y los cambios consiguientes, ANND explica que el gabinete había estado en negociaciones para el presupuesto 2020, que se finalizó en octubre, en un esfuerzo por aumentar los ingresos estatales y reducir el déficit del país, ahora del 11% de su PIB.

Según ANND, la economía libanesa estaba contribuyendo a una crisis creciente, con la clase media y los pobres soportando la carga de las políticas de austeridad, de las cuales los políticos, los líderes de las sectas y los ricos estaban en gran medida protegidos. El desempleo había alcanzado el 16%, afectando al 45% de los jóvenes. Esto ha llevado a muchos jóvenes libaneses a abandonar el país en busca de mejores oportunidades. Los servicios básicos, que ya estaban siendo pagados por los ciudadanos, no fueron proporcionados, lo que ha provocado continuos cortes de energía y escasez de agua. Como resultado, el descontento ha estado creciendo en el país, ilustrado por el movimiento “You Stink” (“Apestáis”) que surgió de una crisis de recolección de basura. El movimiento vinculó la crisis con el sistema político, que también fue el foco del levantamiento libanés.

Por lo tanto, no sorprende que cuando se divulgó la noticia de que el gobierno impondría más impuestos, la gente saliera a las calles. Si bien las protestas fueron espontáneas y descentralizadas, se extendieron rápidamente por todo el país. Los manifestantes determinaron que la crisis económica actual fue el resultado de la corrupción que nació del principio de “coexistencia mutua” entre las diferentes sectas y sus representaciones políticas, según lo acordado en el acuerdo Taif de 1989 para poner fin a la guerra civil libanesa. Este principio creó un sistema político que se basa en la división sectaria en El Líbano distribuyendo poderes constitucionales y roles administrativos para garantizar que estos grupos estén representados. Además, para muchos, incluido ANND, la crisis es la consecuencia directa de las políticas macroeconómicas liberales que el país ha adoptado desde la década de 1990, a través de la privatización y minimizando el papel del Estado en la prestación de servicios básicos. Esto alimentó el levantamiento que apunta a cambiar todo el sistema económico y político.

Hoy en El Líbano, diversas organizaciones, movimientos sociales e individuos se unen para defender el futuro político y económico del país, poner fin al sistema electoral basado en las sectas y adoptar una nueva ley democrática para garantizar la justicia social universal.


 

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