El 6 de enero de 2011, el campesino Ruben Portillo murió camino al hospital tras sufrir fiebre y náusea severa supuestamente debido a la ingesta de agroquímicos (pesticidas e insecticidas). Otros veintidós miembros de la Colonia Yeruticreadaen (“Colonia”), del distrito de Curuguaty de Paraguay, sufrieron síntomas similares al mismo tiempo.