La Comunidad Indígena Xákmok Kásek, originariamente del área del Chaco Paraguayo, reclamó ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos el reconocimiento de su territorio tradicional. Paraguay vendió y dividió estas tierras sin consideración de las poblaciones indígenas. La Estancia Salazar se fundó en la tierra donde por años vivió la a Comunidad Xákmok Kásek y en esta Estancia, se limitó la capacidad de la comunidad a subsistir y desarrollar su modo de vida, además de la omisión del Estado en su deber de garantizar los derechos territoriales de la comunidad.