Líderes de organizaciones de base profundizan conexiones entre movimientos sociales
Dieciocho líderes de organizaciones de base de ocho países se reunieron en la Región del Golfo de los EE.UU. en una pequeña reunión del Grupo de Trabajo de Movimientos Sociales de la Red-DESC. Los participantes, líderes de alto nivel de movimientos sociales de África, Asia y América Latina, pasaron cinco días en Biloxi, Mississippi y el estado de Louisiana, junto con líderes de organizaciones de base del sur de Estados Unidos.
La reunión, la primera del Grupo de Trabajo celebrada en los EE.UU., se llevó a cabo inmediatamente después del 10º aniversario de los huracanes Katrina y Rita y cinco años después del devastador derrame de petróleo de BP que afectó a esta región. Estos desastres naturales e industriales revelaron la existencia de pobreza profunda y generalizada e injusticia económica en Estados Unidos, así como las contradicciones que permiten esta injusticia en una tierra de abundancia. Estas circunstancias, que existían mucho antes de los desastres, fueron magnificadas por la degradación ambiental y la pérdida de medios de vida que siguieron, así como por los fracasos del gobierno para responder adecuadamente.
En este contexto, la reunión tuvo como objetivo facilitar la reflexión colectiva y el análisis a través de grupos del Norte y Sur Global con respecto a las fuerzas económicas y políticas globales que perpetúan la pobreza, amenazan los medios de vida y no permiten a las personas tener la oportunidad de vivir una vida digna. Además, sirvió para explorar puntos de unidad a través de diversas luchas. A través de sesiones interactivas y un día de visitas a la comunidad a lo largo de varias zonas de Luisiana, el encuentro culminó con discusiones de grupo que comenzaron a vislumbrar un proceso para conectar de manera efectiva las luchas de los movimientos sociales con la acción colectiva.
De acuerdo con la información inicial recibida por parte de los participantes, la reunión ayudó a los asistentes a fortalecer la solidaridad y el compromiso hacia el apoyo mutuo entre los movimientos sociales. También contribuyó a generar esfuerzos para avanzar más allá de la solidaridad, en respuesta a un análisis compartido más profundo acerca de las fuerzas que perpetúan la pobreza y la desposesión y la toma de conciencia acerca de los vínculos entre los diversos movimientos sociales. El intercambio permitió a los participantes comienzar a imaginar un marco y un proceso para una campaña colectiva que promueva los DESC y se enfrente a las fuerzas globales comunes que desafían los derechos humanos y la dignidad humana en todo el mundo.