Visitas de Solidaridad. Tailandia 2003

Reseña de las Visitas de Solidaridad
Con anterioridad a la conferencia inaugural de la Red DESC, representantes de varios movimientos sociales tuvieron la oportunidad de participar de un importante programa de visitas de campo (las Visitas de Solidaridad) organizado por Assembly of the Poor con la colaboración de otras organizaciones locales y la Red DESC.

En estas visitas, los grupos fueron testigos directos y participaron de las luchas locales por los DESC, intercambiaron estrategias de base y pudieron expresar su solidaridad.

Los participantes se dividieron en tres grupos y cada uno visitó una región diferente de Tailandia. Un grupo visitó las provincias de Prae y Lampoon, en el norte, para observar los efectos que podría tener la construcción del dique Kaeng Suea Ten. Otro visitó el nordeste del país –provincias de Ubon Ratchathanee y Sri Saket-, donde se encuentran los diques Pak Mool y Rasee Salai. El tercer grupo partió hacia el sur de Tailandia, a la provincia de Prachuab Kirikhan, donde las comunidades se oponen a la construcción del gasoducto entre Tailandia y Malasia.

Una de las participantes, Suzanne Shende, del Comité de Emergencia Garífuna de Honduras, ha accedido amablemente a compartir con todos su diario de viaje. Se trata de un resumen muy entretenido de las experiencias que tuvieron ella y sus compañeros en su visita por el norte de Tailandia.

 

   Cansados pero entusiasmados, la mayoría después de haber viajado tres días, los defensores que participaban de las Visitas de Solidaridad disfrutaron inmediatamente la maravillosa hospitalidad de los anfitriones tailandeses.

Aquí estamos comiendo en un centro comunitario antes de la reunión informativa y antes de dividirnos en los 3 grupos para las visitas regionales.

En Bangkok asistimos a una reunión informativa como preparación para las visitas a tres regiones diferentes en las que conocimos a personas que trabajan en diferentes luchas de Tailandia.

La preparación y organización a cargo de Asia Forum, Assembly of the Poor, Friends of the People, Office of the Study of Human Rights and Social Development, Resource Center for Peace and Human Rights, Dignity International y la Red DESC, entre otros, fue simplemente excelente.

Además, fue extremadamente valiosa la labor que llevaron a cabo como guías Bencharat Chua, (Noi) Prasittiporn Kanonsri, Boonthan Verawongse, Tom (Chaitawatch Tulatol, de la revista "The Same Sky"), Tu, Jum, Daisuke Shibasaki y Suad Elias, entre otros.

 

En Prae, el grupo que realizó Visitas de Solidaridad en el norte conoció la larga lucha que libra la gente contra la construcción del dique Kaeng Sue Ten.

Posteriormente, Kailash Awasya nos informó sobre una lucha similar: la grave situación del dique sobre el río Narmada, que amenaza a miles de personas, sus pueblos y medios de vida, en la India.

 


El dique Kaeng Sue Ten es un "mega-proyecto" que cuenta con el apoyo del Banco Mundial y Empresas Transnacionales y contra el que el pueblo de Tailandia lucha desde hace años.

Los vecinos, así como todos los pueblos del mundo, se oponen a una visión dañina de la "modernización", impuesta por las instituciones financieras internacionales, que les haría perder sus tierras y sus medios de vida.

 

  Los visitantes internacionales se reunieron con los activistas tailandeses que luchan contra el dique que podría inundar sus aldeas. Buscan que se cumpla la Ley de Bosques Comunales para poder continuar protegiendo y utilizando en forma sustentable el bosque que han preservado durante años.

Desde Honduras a la India y Tailandia, las comunidades tradicionales están siendo presionadas para que abandonen las tierras con las que siempre han estado ligadas emocionalmente, de las que siempre han obtenido su alimento, medicinas y materiales artesanales, para tener una vida de menor calidad en las ciudades, perdiendo sus tierras, su autonomía, identidad, cultura y respeto por sí mismas. Algunas veces se respeta y protege a los animales salvajes, mientras que los habitantes humanos son expulsados de las tierras en nombre de un “ambientalismo” distorsionado.

 

 Así comenzó nuestro viaje al bosque que el pueblo tailandés está protegiendo.

El gobierno ha declarado este bosque (con el que los habitantes locales han vivido en armonía durante años) "Area Protegida" y, por ello, les prohibe el acceso.

 

 Continuamos en bote el viaje hacia el bosque por el que lucha el pueblo tailandés. El grupo internacional que visitó el norte incluyó a, de izquierda a derecha: Adelar Cupsinski, del MST (Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra) de Brasil, William Chapantier, quien trabaja con los problemas de los trabajadores migrantes en República Dominicana, Wilder Sanchez, quien trabaja en Perú con el derecho a la tierra, Silvia Espinoza, defensora de los derechos de indígenas en Bolivia, Tito Puanchir, quien se ocupa del mismo tema en Ecuador, y Mary Smith, intérprete de sordos, de los EE.UU.

 Todos los medios de vida y el estilo de vida de la gente están amenazados por el intento del gobierno de prohibirles el acceso al bosque. Se cree que los árboles tienen espíritu y se los protege por medio de rituales. En esta foto, se colocó el material que usan los monjes budistas alrededor del tronco del árbol que está a la izquierda de Wilder y Bernard Martinez. Bernard trabaja en Honduras ayudando a personas de ascendencia africana.

 

  

 

El estilo tradicional de vida está íntimamente vinculado al bosque, que es algo así como el “supermercado” de la gente. Se le aprovecha de manera sustentable como fuente de frutas, carnes, verduras, hongos, hojas, semillas, raíces, hierbas medicinales y materiales artesanales para uso o consumo personal y para la venta.

  

Los vecinos han protegido árboles de madera dura y valiosa, como el que se observa en la foto. No sólo buscan la aplicación de la Ley de Bosques Comunales, para cuya aprobación debieron luchar mucho en su momento, sino también quieren lograr la propiedad comunal de sus tierras. Abajo, a la derecha, la que está abrazando el árbol es Suzanne Shende, quien trabaja en Honduras con el pueblo afro indígena Garífuna en el Comité de Emergencia Garífuna de Honduras.

  

Sintiéndose "en casa" en lo de los defensores tailandeses Noi y Tu, Adelar despliega la bandera del MST. La que está sentada a la derecha es Louise Crume, defensora de los sordos de los EE.UU. Entendemos que todas las luchas están relacionadas: la reforma agraria, los derechos de las personas con habilidades diferentes, la igualdad de los homosexuales, los pueblos indígenas, los pueblos de color, la lucha de los Ogoni contra la Shell Oil en Nigeria, la lucha relacionada con el SIDA, que tiene que ver con la asistencia médica, la discriminación, la explotación por parte de las farmacéuticas...

 Tuvimos la oportunidad de probar algunos de los alimentos recogidos en el bosque y comenzamos a aprender un poco sobre la cultura, las costumbres y la comida tailandesa, y a experimentarlas directamente... Todo momento resultaba ideal para compartir experiencias, estrategias, historias, canciones, perspectivas e historias: en el autobús, escalando una montaña ¡y muy especialmente al saborear la deliciosa comida tailandesa!

  Para la mayoría de nosotros, los del grupo internacional, era la primera vez que visitábamos un templo budista. En la primera hilera, de derecha a izquierda, se ve a nuestros expertos y simpáticos acompañantes tailandeses, Noi y Ben. Más temprano, los del grupo internacional habíamos ido con activistas tailandeses a ver las luchas de los pobres urbanos y el segundo grupo había visitado la lucha contra el dique Pak Moon.

 Detrás nuestro, en el templo, están las imágenes que muestran lo que se perdería si se permite que la construcción del dique siga adelante: la tierra, los sembrados, las aldeas. También había fotos de las marchas que se organizaron para protestar contra el dique. Entre todos los representantes de movimientos sociales intercambiamos ideas sobre estrategias como publicidad, fotos, el uso de videos, prensa, etc.

 La reunión vecinal, realizada en el templo budista, fue otra experiencia educativa para nosotros. Los vecinos hablaron sobre la producción local de whisky, que estaba siendo atacada por el gobierno. Comentaban que debían resistirse a las presiones de las grandes industrias del sector y del gobierno contra su producción local y, a la vez, tenían que evaluar el impacto ambiental de un posible incremento en la producción.

  

Muchos de los temas que los vecinos tailandeses discutieron en la reunión son los mismos que enfrentamos todos en nuestro trabajo en nuestros respectivos países: cómo ofrecerles alternativas de trabajo a los jóvenes para que no estén obligados a partir hacia las ciudades, cómo proteger la tierra y las tradiciones, cómo defender a la comunidad contra los megaproyectos explotadores y equivocados.

  Nos reunimos con granjeros de la Federación de Granjeros del Norte que están recuperando tierras para plantar arroz, mangostán, longan, lycheer y rambutan. En un caso, 57 productores fueron arrestados cuando convirtieron tierras sin usar en tierras productivas. Hablamos de las estrategias que debemos implementar cuando recuperamos tierras: educación pública y movilización, un plan de publicidad y prensa, representación legal, apoyo de artistas, estudiantes, académicos y otros movimientos, contactos con políticos que se adhieran a la causa y una fuerte organización interna. También es esencial relacionar la recuperación de la tierra con las demás luchas, incluyendo la de los pobres urbanos, la lucha contra la deuda externa, los precios de los productos, el medio ambiente, etc.

 

 Las banderas de la Federación de Granjeros del Norte y del MST. Los representantes del MST tenían mucho para contar: que luego de concretar la toma de tierras la gente sigue participando de la lucha unida, ayudando a los demás a conseguir tierras y también organizándose para mejorar la producción, lograr precios más justos, electricidad, agua, caminos, viviendas, educación, asistencia médica, etc. Grupos como Via Campesino hablaron de la lucha por limitar la cantidad de tierras que puede poseer una sola persona y por que se incremente el porcentaje del presupuesto estatal dedicado a la producción agrícola (en vez de, p. ej., el gasto militar o los intereses de la deuda externa).

 

  

Aquí es donde dormíamos, en el centro de capacitación. Gran parte del valioso intercambio de ideas y experiencias también tuvo lugar fuera de las actividades formales. Por ejemplo, aprendimos sobre la estrategia del MST de tomar tierras un día y tener la gente tan bien entrenada y organizada que, al día siguiente, para cuando llega la prensa, ya tienen viviendas construidas, hasta con flores plantadas en el frente. Conscientes de la necesidad de demostrar visualmente qué sociedad quieren crear, limpian las calles cuando organizan una protesta en una ciudad o dedican un día a donar sangre.

  

Dimos una presentación para la Federación de Granjeros del Norte. En esta foto, Louise está hablando sobre la discriminación contra los sordos y su lucha. Otras estrategias a las que nos referimos son la importancia de la participación masiva para impulsar el cambio social, la necesidad de contar con una visión social más amplia que sea el marco de los objetivos y las campañas (por ej., los objetivos del MST sobre la reforma agraria coinciden con su visión del socialismo), la necesidad de que los activistas cuenten con una formación política, ideológica y educativa para que sean mejores activistas y también maestros, médicos, abogados y políticos con un compromiso con la gente, etc.

  

 

Tito, William y Tom continuaron con la presentación, explicando que tenemos que tener democracia y participación amplia dentro de nuestros movimientos, en parte para asegurar que los líderes no sean manipulados, ni queden aislados, ni sean “comprados” por intereses externos. Tenemos que convencer a la gente en general del hecho de que estos temas afectan a toda la sociedad, no solamente a un grupo específico. Y debemos asegurar la igualdad y participación genuina de las mujeres en todos los niveles de acción y de toma de decisiones. Finalmente, tenemos que ubicar a personas comprometidas con los mismos objetivos dentro del poder político, siendo conscientes de que esto no quiere decir que el poder haya cambiado las estructuras económicas, como en el caso de Lula.

  

Noi (de pie) y los aliados tailandeses destacaron la necesidad de enseñarle a la gente, por ejemplo, sobre los tratados internacionales de derechos humanos. Ellos, al igual que otras luchas del mundo, aprovecharon un momento de movilización social generalizada de oposición a la dictadura para impulsar cambios sociales más amplios. Además, los activistas tailandeses, como todos nosotros, insistieron en que tenemos que decidir cuál será la base de nuestro desarrollo: la agricultura u otros caminos que dañan a la gente, como el petróleo y el gas, la minería, los grandes diques, el turismo sin control? Estos caminos son los que suelen imponernos las empresas transnacionales y las instituciones financieras internacionales. No deberíamos tratar de ganar a cualquier precio: siempre debemos seguir nuestros principios e ideales.

 Los aliados tailandeses, el grupo internacional y una mascota a la entrada del centro de capacitación. En las conversaciones que mantuvimos allí, así como en otras con Renji Joseph, de la India, hablamos sobre cómo sostener las protestas de largo plazo. En Brasil y la India, todos donan parte de su cosecha a quienes participan de las movilizaciones y protestas, y también a las familias que quedan en las aldeas. Otra similitud entre los dos países es el trabajo de los movimientos en pos de la autosuficiencia: los dos recolectan comida, utilizan la medicina tradicional y siembran algodón para hilar su propia tela y luego hacer su propia vestimenta. Así se logran más recursos para las necesidades y la lucha, y se evitan el consumismo y la dependencia.

  

Ese día almorzamos con los líderes indígenas de Ehu Mien, Pagaya - Karen, Hmong, Akha, Litho, del pueblo Lisu, que están sufriendo serias violaciones de sus derechos humanos: están invadiendo sus tierras e incluso su cementerio; sus plantaciones se están inundando debido a un dique construido por el gobierno; están arrestando a su gente y quemando sus viviendas y plantaciones para echarlos de las tierras. Tienen muchas dificultades para resolver estos abusos, porque son doblemente vulnerables, ya que cuatro grupos étnicos no logran la ciudadanía tailandesa ¡a pesar de que nacieron en Tailandia! El gobierno también utiliza la supuesta “guerra contra la droga” para llevar a cabo ejecuciones sumarias. En otro caso, un hombre fue arrestado y, sin que haya sido acusado o juzgado, se lo obliga a trabajar en la plantación de ananás de un policía. El gobierno justifica el hecho de que los está expulsando de sus tierras ancestrales con la excusa de que está creando “reservas naturales”.

 

 

Working Group Description: 

Antes de la conferencia, Assembly of the Poor, uno de los movimientos sociales más grandes de Asia, organizó visitas de solidaridad a tres áreas de Tailandia, para que los miembros de movimientos sociales y grupos de base de otros países pudieran presenciar directamente la lucha de grupos y organizaciones locales por los DESC.

Enfoque temático: 
País: