La injusticia epistémica se refiere a la desigualdad o discriminación en la producción, comunicación y validación del conocimiento. El saber de las comunidades de todo el mundo, incluidas sus demandas de justicia y soluciones propuestas, a menudo enfrenta exclusión y silenciamiento sistemáticos en los procesos de toma de decisiones públicas. Por ejemplo, el conocimiento indígena sobre la gestión sostenible de la tierra se descarta frecuentemente en favor de la explotación comercial, lo que conduce a la degradación ambiental y la pérdida de biodiversidad. De manera similar, las experiencias vividas por las comunidades en el acceso a la atención sanitaria a menudo se pasan por alto, resultando en políticas que no abordan sus necesidades específicas y exacerban las disparidades en salud. Esta exclusión se perpetúa por sesgos y dinámicas de poder arraigadas en enfoques capitalistas, colonialistas y patriarcales hacia datos relacionados con el derecho a la vivienda, la salud o la educación. Al invalidar algunas formas de conocimiento y no considerar ciertas experiencias y perspectivas, los responsables de la toma de decisiones efectivamente excluyen a esas personas y sus necesidades de decisiones que tendrán un impacto significativo en sus comunidades.
Las comunidades y organizaciones de base en todo el mundo están desarrollando métodos de investigación innovadores y dirigidos por la comunidad para generar datos sobre temas que afectan sus derechos económicos, sociales, culturales y ambientales (DESCA). Desde los impactos del cambio climático hasta la explotación corporativa de la tierra, la vivienda y los recursos naturales, abogan por desafiar las dinámicas de poder que marginan y borran el conocimiento comunitario.