Intervención conjunta de ONG en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU – Marzo de 2007








Intervención oral
Amnesty International, Red-DESC, Human Rights Watch, International
Commission of Jurists, International Federation for Human Rights

Apreciamos el interés permanente del Consejo de Derechos Humanos por las empresas y los derechos humanos, así como la atención y el compromiso que el Representante Especial le dedica a este complejo tema. Agradecemos esta oportunidad que se nos brinda de dar a conocer nuestra opinión. Nos concentraremos en comentar tres puntos centrales.

En primer lugar, el informe del Representante Especial reconoce adecuadamente que la expansión de los mercados globales no ha estado acompañada de suficiente protección de los pueblos y comunidades que son víctimas de las violaciones de los derechos humanos cometidas por empresas. Este es un problema serio que se relaciona claramente con el mandato del Consejo de defender y fortalecer la protección de los derechos humanos. En nuestra opinión, es esencial que los debates del Consejo sobre las empresas y los derechos humanos incorporen la perspectiva de las personas afectadas por las violaciones de los derechos humanos cometidas por empresas, y que incluyan información sobre la naturaleza y la escala de dichos abusos, a fin de asegurar un análisis completo del problema y la identificación de soluciones apropiadas.

En segundo lugar, compartimos la preocupación del Representante Especial en el sentido de que los Estados, o no comprenden plenamente su obligación de proteger contra violaciones de los derechos humanos cometidas por empresas, o no siempre pueden o quieren cumplir con esta obligación. Las legislaciones nacionales del comportamiento de las empresas respecto de los derechos humanos suelen ser inadecuadas y es común que las víctimas de violaciones de derechos humanos perpetradas por empresas tengan escaso acceso a la justicia o a remedios significativos, tanto en sus países de origen como en el país en que se encuentra la sede central de la empresa en cuestión. Del informe del Representante Especial se deduce claramente que, a fin de respetar sus obligaciones legales internacionales, los estados deberían tomar muchas más medidas para regular las actividades de las empresas y proporcionar acceso a la justicia por parte de las víctimas.

En tercer lugar, aunque las iniciativas voluntarias y multisectoriales pueden hacer un aporte al campo de las empresas y los derechos humanos, y en algunos casos logran tener más peso, nos preocupa que muchas de estas iniciativas carezcan de credibilidad, porque no aseguran que los principios que defienden se respeten en la práctica. Algunas de las debilidades comunes entre las iniciativas voluntarias son su cobertura limitada en términos de empresas y derechos, su falta de criterios sólidos de elaboración de informes o de monitoreo para demostrar el cumplimiento de obligaciones, la ausencia de mecanismos para solucionar los incumplimientos y el hecho de que no solucionan el problema de las empresas que persisten en su desinterés por respetar los derechos humanos. En base a esta experiencia, deseamos destacar que sería desapropiado e inadecuado confiar demasiado en las iniciativas voluntarias como medio de protección de los derechos humanos de las víctimas de violaciones de los derechos humanos por parte de empresas.

Si su mandato se prolonga, ¿cómo planea el Representante Especial analizar los patrones de violaciones de las empresas y su impacto sobre las personas y comunidades, y de qué manera integrará la perspectiva de las víctimas a su programa de trabajo como base a partir de la cual desarrollar recomendaciones para que el Consejo de Derechos Humanos responda a sus preocupaciones?

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