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Jueves, Octubre 9, 2025

En el norte de México, los Comités de Cuenca Río Sonora (CCRS) han liderado un proceso de investigación comunitaria para documentar cómo el cambio climático —agravado por uno de los peores desastres mineros del país— ha devastado las tierras, las aguas y los medios de vida de las comunidades ribereñas.

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  • [Hacer clic para ver siguiente] Como resultado de la investigación, el Comité de Cuenca Río Sonora publicó "El río que cuidaba a Sonora”.
  • Como resultado de la investigación, el Comité de Cuenca Río Sonora publicó "El río que cuidaba a Sonora”.
  • La investigación comenzó en el taller organizado en Nakuru, Kenia, por la Red-DESC en agosto de 2023.
A diez años del derrame de la mina Buenavista del Cobre, los metales pesados siguen contaminando nuestros ríos, el agua escasea y nuestra salud está en riesgo. El cambio climático solo profundiza el daño con el que ya vivimos.
— Comités de Cuenca Río Sonora (CCRS)

Durante varios meses de 2024, los CCRS trabajaron junto a habitantes locales, estudiantes universitarios y la organización PODER para recopilar testimonios, datos y saberes comunitarios de los pueblos a lo largo de los ríos Sonora y Bacanuchi. A través de entrevistas, actividades de narración con niñas y niños, fotografía y círculos de diálogo con personas adultas, el equipo documentó tanto las pérdidas materiales —como la escasez de agua, la degradación del suelo y la reducción de la producción agrícola— como los daños no materiales, incluyendo el deterioro de la salud comunitaria, la pérdida de confianza en las instituciones públicas y el miedo ante la inacción del Estado y las empresas.


Información técnica del proceso

Enfoque de la investigación
El estudio analizó los impactos combinados del cambio climático y el derrame de la mina Buenavista del Cobre en 2014 sobre los ecosistemas fluviales y las comunidades de la cuenca, centrándose en la degradación ambiental, el acceso al agua, la salud pública y los medios de vida locales.

Principales hallazgos

  • El aumento de las temperaturas y la reducción de las temporadas de lluvia agravan las condiciones de sequía en la cuenca.

  • Las operaciones mineras concentran el 57% de los derechos de agua en la región, dejando los acuíferos sobreexplotados.

  • El derrame de 2014 liberó metales tóxicos —aluminio, antimonio, arsénico y bario— que persisten en los sedimentos y posiblemente en la cadena alimentaria una década después.

  • El desastre generó pérdidas económicas superiores a 20 mil millones de pesos, sin una reparación adecuada.

  • Cualquier plan de adaptación climática debe comenzar por reparar los daños mineros en la región.

Participación comunitaria y metodología
El proceso incluyó visitas comunitarias, entrevistas en hogares, actividades participativas con niñas y niños, y conversaciones abiertas con personas adultas para recoger experiencias de vida. Esta combinación de métodos cualitativos y visuales permitió construir un registro colectivo de pérdidas y daños arraigado en la memoria y la voz de las comunidades.

Desafíos y aprendizajes
La investigación enfrentó limitaciones de conectividad entre localidades, escaso acceso a información sobre cambio climático y dificultades para realizar seguimientos. Aun así, el proceso creó espacios seguros de diálogo, fortaleció el intercambio intergeneracional y sentó bases para futuras acciones colectivas.

Necesitamos acción urgente: detener la contaminación, proteger el agua, mejorar los servicios de salud y exigir rendición de cuentas a las empresas.
— Comités de Cuenca Río Sonora (CCRS)

Impacto y próximos pasos

Los resultados de esta investigación orientarán campañas públicas para ampliar la comprensión sobre el cambio climático y sus causas corporativas, materiales de incidencia en derechos humanos para el diálogo con autoridades, y actividades educativas —como obras de títeres y sesiones de narración— que involucren a niñas, niños y personas adultas. Además, el fortalecimiento de alianzas con universidades permitirá profundizar en el monitoreo ambiental y la defensa del territorio.

Al centrar las voces de quienes viven el daño, esta investigación transforma la experiencia en evidencia para la acción. Reafirma una verdad compartida en las luchas por la justicia climática: nuestras historias son evidencia, y nuestra resistencia es conocimiento.

Descargas

Descargar el informe final y el cuento desarrollado a partir de los resultados de la investigación.