

- 40 líderes de más de 25 movimientos sociales de América Latina, el Caribe, Asia y África asistieron a nuestra reunión de movimientos sociales en São Luís, Brasil, en enero de 2024.
- Miembras del Grupo de Trabajo sobre Mujeres y DESC durante el intercambio de mujeres líderes sobre las luchas por la tierra y los recursos naturales, realizado en 2019 en Chiang Mai, Tailandia.
Desde la Red-DESC, desarrollamos acciones de incidencia, facilitamos el intercambio de información, fortalecemos las capacidades de comunicación e investigación de nuestros miembros y diseñamos estrategias para enfrentar las múltiples formas de injusticia. A través de acciones colectivas, promovemos la solidaridad entre regiones y comunidades, con el objetivo de contribuir a la construcción de un movimiento global que defienda los derechos humanos, impulse la justicia social y promueva la sostenibilidad del planeta.
La única herramienta que tenemos las personas pobres es movilizarnos para resistir, y cuando hablo de movilizarnos, no me refiero solo a que las organizaciones indígenas unan fuerzas. Tenemos que unirnos con los colectivos pescadores, mineros y académicos, es decir, con todo el mundo. Si no lo hacemos, no podremos resistir.
En septiembre de 2024, la Red-DESC (ESCR-Net) convocó con éxito su Reunión de Estrategia Global (GSM, por sus siglas en inglés) en Chiang Mai, Tailandia, reuniendo a más de 100 miembros para fortalecer las luchas colectivas por la autodeterminación—un derecho y una forma de resistencia frente al capitalismo neoliberal entrelazado con el patriarcado, el racismo, el colonialismo y el imperialismo.
Retomando la Carta Común para la Lucha Colectiva, elaborada por primera vez por las y los miembros en 2016 y actualizada recientemente, la GSM 2024 ofreció un espacio para evaluar nuestra posición como Red frente a los crecientes desafíos globales y para trazar colectivamente nuestro rumbo estratégico. El resultado: la formulación del Plan de Desarrollo Estratégico e Institucional de la Red-DESC (2025–2029).
Al mirar atrás a los desafíos que identificamos en 2016 y a las estrategias que desarrollamos, ha habido algunos avances. Pero también vemos que los desafíos han crecido, particularmente con el aumento del poder empresarial y las violaciones contra las comunidades en las primeras líneas. Debemos repensar nuestras estrategias y metodologías.”
— Legborsi Saro Pyagbara, Fundación Africana Indígena para la Energía y el Desarrollo Sostenible
A través de este proceso colectivo, las y los miembros desarrollaron “estrellas guía”: visiones compartidas del cambio sistémico hacia el que debemos avanzar durante los próximos cinco años para enfrentar crisis interconectadas relacionadas con el clima, la deuda, los cuidados y la captura corporativa, con la realización de nuestro derecho a la autodeterminación como objetivo general—nuestro sol en el horizonte.
Nuestras Estrellas Guía
- Los pueblos y movimientos fortalecen su poder y lideran los procesos de toma de decisiones, eliminando la captura corporativa y reclamando su derecho a la autodeterminación y a la soberanía frente a los gobiernos, las corporaciones y las élites económicas, por el bienestar de los pueblos, en armonía con el planeta y con base en los derechos humanos y visiones feministas.
- Los movimientos liderados por los pueblos utilizarán la desinversión y las sanciones para exigir responsabilidad a las corporaciones, Estados, actores privados e instituciones financieras, y garantizar reparaciones plenas por los daños directos e indirectos causados a las personas y al planeta.
- Las comunidades fortalecen la acción colectiva para ejercer su soberanía, autodeterminación y cuidado sobre los territorios, y lideran la producción de evidencia, conocimientos y soluciones descoloniales frente a la crisis climática.
- Las comunidades y movimientos de los pueblos exigen responsabilidad a los Estados, actores privados y financieros mediante marcos legales exigibles que aseguren la prevención, la reparación integral y el cumplimiento de los derechos de los pueblos, la naturaleza y los territorios.
- Generar economías del cuidado justas, feministas y equitativas como alternativas a los sistemas de opresión, basadas en el buen vivir, la dignidad y el cuidado y la seguridad colectivos para todas las personas en toda su diversidad.
- Poner fin a la división sexual y de género del trabajo y a las desigualdades; reconocer el cuidado como un trabajo digno y decente; y garantizar el derecho al cuidado como una responsabilidad pública y colectiva, para un mundo del trabajo libre de todas las formas de violencia y acoso.
- Un movimiento global de los pueblos fortalecido para impulsar la cancelación de las deudas injustas/ilegítimas y el derecho al no pago, hacia un futuro socioeconómico autodeterminado y sostenible, y para alcanzar sistemas de cuidado descolonizados.
- Una arquitectura financiera global transformada, en la que las comunidades
afectadas participen de forma activa y plena en los procesos de financiamiento para el desarrollo, desafiando los paradigmas neocoloniales mediante el análisis político popular.