Summary
La petición fue presentada por abogados de la organización nepalesa Pro Public a fin de proteger los derechos internacionales y constitucionales de miles de mujeres que trabajan en los llamados "cabin and dance restaurants" y salones de masajes. Estos establecimientos han crecido durante los últimos diez años y ahora se encuentran en todas las zonas urbanas de Nepal. s Más del 80% de sus empleados son mujeres. Aunque muchas sufren de condiciones hostiles e inseguras en el lugar de trabajo, los que causan su explotación económica, sexual y social las empleadas frecuentemente son obligadas a permanecer en su puesto de trabajo debido a diversos factores socioeconómicos y culturales que les impiden acceder a otras fuentes de trabajo.
Al favorecer a los peticionantes con su decisión, la Corte señaló que la operación de estos establecimientos no está prevista por ninguna ley nacional, lo que deja a las mujeres desprotegidas frente los abusos de sus derechos. La Corte también concluyó que el gobierno nepalés no había promulgado legislación que garantice a las mujeres un entorno de trabajo seguro y saludable, así como otras protecciones laborales exigidas por el derecho internacional, incluyendo la CEDAW (artículo 11) y, el PIDESC (artículo 7), además que la Constitución Interina (artículos 11, 12, 13, 18 y 20). La Corte ordenó al gobierno que promulgara las leyes necesarias para vigilar, controlar y supervisar los establecimientos conocidos como "cabin and dance restaurants" en Nepal. Posteriormente, la Corte emitió directrices para proteger a las empleadas, incluyendo el establecimiento de un mecanismo de vigilancia para asegurar que los establecimientos estén registrados, el pago de un salario mínimo y la protección contra el acoso sexual. Con respecto a este último punto, la Corte citó la Recomendación No. 22 de la CEDAW, destacando que: "la igualdad en el empleo puede verse seriamente reducida cuando las mujeres son sometidas a violencia de género, como el acoso sexual en el lugar de trabajo".