El encuentro se produce en un contexto alarmante. Aunque el derecho internacional prohíbe expresamente el genocidio, los crímenes de guerra y los crímenes de lesa humanidad, los Estados más poderosos siguen bloqueando su aplicación, particularmente cuando se trata de Palestina. Ante este panorama, países como Colombia y Sudáfrica demuestran que es posible ejercer liderazgo político y moral desde el Sur Global, cuando otros eligen callar o ser cómplices.
Entre las medidas anunciadas por esta coalición se encuentran:
- la prohibición de transferencias de armas a Israel,
- la revisión de contratos públicos con empresas vinculadas a la ocupación,
- y el respaldo a mecanismos de jurisdicción universal.
Estas acciones son una respuesta urgente a la pasividad de actores clave del sistema internacional.
Mientras tanto, en Gaza, el ejército israelí continúa usando el hambre como arma de guerra, impidiendo el ingreso y distribución de ayuda humanitaria. Esta es una táctica más de genocidio por parte de la potencia ocupante. De forma alarmante, organizaciones privadas gestionadas por intereses estadounidenses e israelíes están operando centros de distribución de alimentos en condiciones precarias y peligrosas. Según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, hasta el 13 de julio al menos 900 personas han sido asesinadas mientras intentaban acceder a alimentos—muchas de ellas cerca de estos centros.
El análisis de la Red-DESC sobre la captura corporativa ayuda a entender por qué los mecanismos internacionales fracasan en prevenir estos crímenes: las empresas transnacionales ejercen una influencia indebida que impide que se apliquen las normas internacionales. En una declaración respaldada por más de 130 organizaciones, la Red-DESC afirmó que “es urgente imponer un embargo de armas y sanciones a Israel”, así como exigir responsabilidades a las empresas que se benefician de estas violaciones.
Estas conclusiones coinciden con el más reciente informe de Francesca Albanese, Relatora Especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en el territorio palestino ocupado desde 1967. El informe revela cómo la complicidad entre gobiernos y empresas sostiene la ocupación israelí y la actual campaña genocida, en lo que ella llama la economía del genocidio.
Frente a esta realidad, los miembros de la Red-DESC seguimos exigiendo acciones urgentes. Hoy nos sumamos a la Campaña Global de Embargo Energético por Palestina (GEEP) como una medida legítima para interrumpir las cadenas de suministro que alimentan la maquinaria de guerra. Asimismo, reiteramos: las empresas—en especial de los sectores energético, tecnológico y de transporte—deben ser investigadas y llevadas ante la justicia.
Ninguna empresa debe beneficiarse del genocidio ni del apartheid.
Según el Ministerio de Salud de Gaza, entre octubre de 2023 y julio de 2025, más de 58.313 palestinos fueron asesinados por fuerzas israelíes en la Franja de Gaza. El número total de muertes palestinas, incluyendo Cisjordania y otros territorios ocupados, supera las 60.200. Estas cifras reflejan el devastador costo humano de una campaña militar genocida caracterizada por el uso desproporcionado de la fuerza, la destrucción masiva de infraestructura civil y la obstrucción sistemática de la ayuda humanitaria.