El ataque incluyó, según se informa, la destrucción o confiscación de materiales organizativos esenciales, tales como ordenadores, discos duros, documentos administrativos y financieros, así como equipos logísticos. Las Fuerzas de Ocupación Israelíes también allanaron y sellaron deliberadamente el banco local palestino de semillas, destruyendo reservas que forman parte del patrimonio genético vegetal de Palestina.
Estas acciones constituyen una grave violación del derecho internacional de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario. La detención arbitraria, los malos tratos y la destrucción de bienes civiles sin necesidad militar contravienen las protecciones básicas consagradas en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) y el Cuarto Convenio de Ginebra.
Estos hechos representan una grave intensificación de la represión contra la sociedad civil palestina y socavan directamente los derechos económicos, sociales y culturales de los agricultores y comunidades palestinas. Los ataques contra organizaciones agrícolas y bancos de semillas golpean el núcleo del derecho a la alimentación, el derecho al trabajo y a los medios de vida, y el derecho de los pueblos a disponer libremente de sus riquezas y recursos naturales. Asimismo, amenazan el patrimonio cultural, la biodiversidad y la capacidad de las comunidades para sostener prácticas agrícolas tradicionales, derechos protegidos por el derecho internacional de los derechos humanos, incluido el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC), del cual Israel es Estado Parte.
La entrada forzada, la detención arbitraria, la confiscación de bienes y la destrucción de infraestructura civil vulneran múltiples disposiciones del derecho internacional humanitario y del derecho internacional de los derechos humanos, incluidas las prohibiciones de detención arbitraria, malos tratos y castigos colectivos, así como las obligaciones de salvaguardar los bienes civiles y abstenerse de destruir propiedades no justificadas por una necesidad militar. El ataque a un banco de semillas, un activo fundamental para la soberanía alimentaria y para las generaciones futuras, suscita además graves preocupaciones sobre el cumplimiento por parte de Israel de sus obligaciones de proteger la vida cultural, el progreso científico y el derecho a un nivel de vida adecuado.
Esta redada debe entenderse también en el marco de un patrón más amplio de ataques sistemáticos por parte de las fuerzas de ocupación israelíes y de colonos contra organizaciones de la sociedad civil palestina, instituciones agrícolas y comunidades campesinas en toda Cisjordania. Estas acciones forman parte de una estrategia en escalada para desmantelar la capacidad del pueblo palestino de defender su tierra, sus medios de vida y sus derechos colectivos. Los intentos de silenciar a organizaciones que trabajan de manera lícita en la defensa de los derechos humanos y la soberanía alimentaria constituyen un ataque directo al espacio cívico y son incompatibles con las obligaciones jurídicas internacionales.
La Red-DESC se suma a La Vía Campesina para instar a la comunidad internacional a adoptar medidas inmediatas. Exhortamos a los gobiernos a:
- Exigir la liberación inmediata e incondicional de los ocho trabajadores agrícolas detenidos durante la redada.
- Obtener garantías de que las personas detenidas estén protegidas contra malos tratos, coerción o intimidación, de conformidad con el derecho internacional.
- Solicitar una investigación independiente e imparcial sobre la redada, la destrucción y confiscación de materiales y el trato dispensado a las personas detenidas.
- Comunicar de manera clara que la represión contra organizaciones de la sociedad civil que actúan lícitamente es inaceptable y vulnera las obligaciones internacionales en materia de derechos humanos.
Expresamos además nuestra solidaridad con La Vía Campesina y con todos los agricultores, trabajadores y comunidades palestinas que defienden su tierra, su patrimonio y su derecho a vivir con dignidad. La Red-DESC se mantiene al lado de sus miembros y aliados en Palestina y reafirma nuestro compromiso colectivo con la defensa de los derechos humanos, la confrontación de la violencia sistémica y el avance de la justicia social en todo el mundo.


