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Lunes, Octubre 27, 2025

Este documento presenta seis pilares de la agenda colectiva de la Red-DESC para avanzar en soluciones climáticas lideradas por los pueblos, basadas en los derechos humanos y en una perspectiva descolonial, arraigadas en la justicia, el cuidado y la solidaridad. Estos pilares cuestionan el dominio de las propuestas impulsadas por las corporaciones que mercantilizan la naturaleza y profundizan la desigualdad.

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También se basan en la amplia labor de incidencia de la Red-DESC —desde el proceso del Tratado Vinculante sobre Empresas y Derechos Humanos hasta el movimiento global por la justicia de la deuda— reafirmando que la justicia climática, la justicia económica y los derechos humanos son inseparables. Avanzar en soluciones reales requiere desmantelar la impunidad corporativa, enfrentar la interconexión entre el clima y la deuda, y establecer obligaciones vinculantes para quienes son más responsables de la crisis.

Las personas y comunidades de la Red-DESC (Red Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales) instan a los gobiernos a recuperar la verdadera justicia climática descolonizando la acción climática y situando en el centro las soluciones lideradas por los Pueblos Indígenas, las mujeres, las personas con identidades de género diversas, las y los trabajadores y otras comunidades en la primera línea. Estas alternativas lideradas por los pueblos ya existen, pero siguen siendo marginadas por la captura corporativa, el lavado verde y los mismos sistemas coloniales que alimentan la crisis.

El Norte Global tiene una deuda ecológica con el Sur por siglos de extracción, explotación y apropiación atmosférica. La COP30 debe enfrentar este legado garantizando financiamiento climático basado en donaciones, cancelación de deudas y normas vinculantes que obliguen a quienes más han contaminado a asumir su parte justa del daño causado.

Las soluciones lideradas por los pueblos recuperan la soberanía y redistribuyen el poder, alejándolo de las corporaciones y devolviéndolo a los pueblos.
— Red-DESC, Nota informativa COP30: Centrar las soluciones lideradas por los pueblos para un futuro climático descolonizado
Por qué importa
  • La captura corporativa  (la influencia de las corporaciones sobre las instituciones públicas y la toma de decisiones) ha convertido las negociaciones climáticas de la ONU en un mercado de proyectos corporativos, como los bonos de carbono, los canjes de deuda o la geoingeniería. En la COP29 de Bakú, por ejemplo, al menos 1.773 cabilderos de las industrias del carbón, petróleo y gas obtuvieron acreditación, un número superior al de las delegaciones de casi todos los países presentes. En ese mismo foro, las emisiones globales siguieron aumentando y las comunidades en primera línea —especialmente en el Sur Global— fueron desplazadas por proyectos extractivos y “verdes” que priorizan las ganancias sobre las personas.

  • La justicia climática es inseparable de la descolonización: la riqueza del Norte Global se ha construido sobre siglos de extracción, trabajo de cuidados no remunerado y destrucción ecológica, y esos mismos sistemas siguen moldeando hoy las negociaciones climáticas, los flujos financieros y las agendas “verdes”.

  • La COP30 es una prueba: ¿los gobiernos estarán del lado de las soluciones de los pueblos o de los contaminadores?

Seis pilares para descolonizar la acción climática

1. Avanzar en soluciones lideradas por los pueblos, más allá del lucro y la mercantilización
Desde la agroecología hasta la soberanía alimentaria y energética, las comunidades están restaurando los ecosistemas y las economías del cuidado. La COP30 debe poner fin a los mercados de carbono, rechazar el extractivismo “verde” y fortalecer el reconocimiento jurídico de los derechos de la Naturaleza.

2. Centrar el análisis feminista e interseccional en nuestras luchas comunes por la justicia climática
La crisis climática tiene un rostro de género: las mujeres y las personas con identidades de género diversas sostienen la vida, pero siguen siendo excluidas de las negociaciones y del financiamiento climático. La COP30 debe garantizar una participación segura, reconocer el trabajo de cuidados y hacer del liderazgo feminista un eje central de la transición justa.

3. Exigir acceso a la justicia, reparación, resarcimiento por la destrucción climática y protección de las personas defensoras
Las y los defensores ambientales están siendo criminalizados mientras las corporaciones obtienen beneficios. La COP30 debe poner en práctica mecanismos de reparación por daños climáticos, alinearse con los fallos de tribunales internacionales y establecer la protección de las y los defensores como una condición no negociable para albergar las COP.

4. Recuperar un financiamiento climático basado en derechos y reparación
El financiamiento climático debe reparar, no endeudar. El Norte Global tiene una deuda ecológica con el Sur: la COP30 debe asegurar fondos basados en donaciones, cancelar las deudas ilegítimas y destinar al menos 1,3 billones de dólares anuales de aquí a 2030 para soluciones lideradas por los pueblos.

5. Exponer los costos del militarismo, el extractivismo y las desigualdades sistémicas
Las guerras, las ocupaciones y el complejo militar-industrial alimentan tanto las emisiones como la opresión. La COP30 debe exigir transparencia sobre las emisiones militares y redirigir los presupuestos militares hacia el cuidado, la reparación y las soluciones comunitarias.

También debe enfrentar la manera en que los sistemas energéticos se usan como armas para sostener la violencia y la ocupación: desde las ganancias de los combustibles fósiles que financian guerras hasta el bloqueo y la explotación de recursos energéticos en Palestina. La Red-DESC apoya la campaña Embargo Energético Global por Palestina (GEEP), que llama a cortar los lazos financieros y políticos con corporaciones y Estados cómplices de crímenes de guerra, genocidios y destrucción ecológica.

6. Enfrentar la captura corporativa de las negociaciones climáticas
Los cabilderos de los combustibles fósiles no tienen cabida en las negociaciones climáticas. La COP30 debe adoptar una política de conflictos de interés, prohibir los patrocinios corporativos y asegurar que las políticas climáticas sean definidas por los pueblos, no por los contaminadores.

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