Summary
El pueblo Mapuche Pehuenche, del sector Alto del Bio Bio, VIII Regioìn de Chile comenzó una larga lucha en defensa de sus derechos cuando el Gobierno de Chile autorizó la construcción de centrales hidroeléctricas que tendrían profundas consecuencias sobre su territorio ancestral y su cultura. Tras efectuar reclamos ante diversos organismos, tales como el Panel de Inspección del Banco Mundial, la Ombudsmanía de la Corporación Financiera Internacional del Banco Mundial y los tribunales internos de Chile, un grupo de familias indígenas denunció al Gobierno de Chile ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por autorizar a la empresa ENDESA a construir una represa (Ralco) que de forma irreversible y permanente destruiría el territorio indígena y pondría en peligro a la cultura Pehuenche. La CIDH solicitó al Estado que se abstuviera de adoptar cualquier medida hasta tanto aquella emitiera una resolución sobre el fondo del caso. Mientras tanto continuaba la construcción de la represa Ralco que desde 1998 avanzó en un 75-80%. En octubre de 2003, las partes arribaron a un acuerdo de solución amistosa. Las familias cedieron sus derechos sobre las tierras ancestrales que serán inundadas por las represas y aceptaron retirar las acciones legales. A cambio, las familias recibieron en propiedad tierras de calidad, apoyo técnico para promover la producción agrícola, becas de educación y una compensación económica de US$ 300,000 por familia. Además, el Estado se comprometió a adoptar medidas de corte general, tales como una reforma constitucional para el reconocimiento legal de los pueblos indígenas, la ratificación del Convenio Nº 169 de la OIT, y a no instalar en el futuro megaproyectos, en especial hidroeléctricos, en tierras indígenas del Alto Bio Bio.