En la década de 1970, el gobierno de Kenia desalojó a cientos de familias Endorois de sus tierras cercanas al Lago Bogoria en el Valle del Rift para crear una reserva de animales de caza para el turismo. Al pueblo indígena Endorois se le había prometido compensación y beneficios que nunca se concretaron en su totalidad, y el acceso de la comunidad a la tierra quedó limitado a la discreción de la Autoridad de la Reserva de Caza.