La participación es un elemento clave para el cumplimiento de los derechos humanos, en particular de los derechos económicos, sociales y culturales (DESC). La participación significa que las personas pueden influir de manera libre, activa y constructiva en los procesos de toma de decisiones que afectan sus vidas. Los Estados tienen la obligación legal de asegurar la participación de la comunidad en los procesos de toma de decisiones Esto significa que las titulares de derechos tienen un conocimiento de primera mano sobre el disfrute de los derechos económicos, sociales y culturales basado en sus experiencias vividas, lo que constituye información vital que merece ser tenida en cuenta en los procesos de toma de decisiones. Sin embargo, los datos oficiales (es decir, los datos recogidos por Estados y autoridades públicas) generalmente no reflejan con exactitud las necesidades y perspectivas de las comunidades. Esto causa una brecha entre esas necesidades y lo que las políticas públicas y las decisiones políticas ponen a su disposición. Este informe ilustra las estrategias que los miembros de la Red-DESC han utilizado para cerrar esa brecha mediante el fortalecimiento la participación de las comunidades en la recopilación de datos oficiales. Los datos tienen que ver con la identidad y la visibilidad: lo que no se cuenta, no cuenta. La participación en la recopilación de datos oficiales puede ser una vía de acceso para que comunidades que han sido históricamente marginadas debido al colonialismo, el patriarcado y el racismo tengan voz y voto en la formulación de políticas y la toma de decisiones, incluso respecto de la planificación y la asignación de recursos.
La participación debe ser significativa. El derecho a participar se debe comprender en el sentido más amplio posible para incluir no solo la participación en procesos democráticos, como elecciones y referendos, sino también en todos los procesos políticos que afectan a los derechos económicos, sociales y culturales.
