En las regiones donde trabaja JASS, nos asociamos con organizaciones locales, redes informales y activistas individuales que comparten nuestro compromiso con la construcción de los movimientos democráticos para la igualdad (de raza, clase, género, capacidad, nacionalidad, lugar, o de otra manera.) Las defensoras de derechos humanos con las que trabaja JASS están vinculadas a diferentes comunidades, movimientos y organizaciones. Además de las organizaciones feministas, incluidos los sindicatos; las mujeres indígenas; las comunidades de lesbianas, gays, bisexuales y transgénero (LGBT); trabajadoras sexuales; activistas de los derechos sexuales y reproductivos; defensoras de los derechos de la tierra y la justicia ambiental, las mujeres que viven con el VIH, las mujeres rurales y las mujeres jefas de hogar.
JASS cree que las mujeres más afectadas por los crisis políticas, económicas, ambientales y de salud en todo el mundo son las mismas que están al frente de los movimientos que luchan por el cambio. Aunque pocas veces tienen un puesto en la mesa de decisiones, las mujeres son las expertas y líderes quienes están organizando sus comunidades, desarrollando soluciones y promoviendo la justicia—a menudo con gran riesgo por ir en contra la corriente.
Las estrategias innovadoras de JASS en el liderazgo, creación de redes e incidencia amplifican la voz, visibilidad, y el poder colectivo de las mujeres en el Sureste de Asia, Sur de África y Mesoamérica. Como una red global de activistas, educadoras populares y académicas en 31 países, trabajamos con las mujeres lideresas para generar más confianza, fuerza, y seguridad mientras que abordan temas diversos, de la salud, sexualidad, desigualdad y los derechos al territorio, a la violencia contra las mujeres y defensoras de derechos humanos.