Como una red de más de 300 movimientos sociales, organizaciones y defensores de derechos humanos de más de 80 países, la Red-DESC – Red Internacional para los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, se une en solidaridad con nuestro miembro OFRANEH y la comunidad garífuna de Nueva Armenia, mientras soportan otro brutal ataque en sus tierras ancestrales. La noche del 6 de octubre de 2024, la comunidad fue objeto de un asalto armado perpetrado por la Policía Nacional de Honduras, junto con las Fuerzas Especiales de Honduras (Comando Tigres) y civiles vinculados a la empresa Palma de Atlántida. Este ataque violento es una continuación directa del despojo histórico y la opresión sistémica que ha enfrentado el pueblo garífuna, resultando en que dos miembros de la comunidad fueran gravemente heridos mientras defendían su derecho a la tierra.
A la luz de esto, hacemos eco de las demandas planteadas por OFRANEH y otras organizaciones de derechos humanos:
- Una investigación inmediata y exhaustiva de los ataques y rendición de cuentas para los responsables, incluyendo a los oficiales de la Policía Nacional involucrados.
- Atención médica urgente y garantías de seguridad para los defensores de tierras heridos.
- Reconocimiento oficial de los derechos territoriales ancestrales de Nueva Armenia, como fue reafirmado por la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de 2015, la cual ordenó la restitución de las tierras garífunas y condenó al Estado hondureño por violar sus derechos.
- Cese inmediato de la agresión estatal y corporativa contra las comunidades garífunas.
- Mecanismos de protección reforzados para el pueblo garífuna, garantizando su seguridad y autonomía.
Este ataque forma parte de un contexto más amplio de violencia contra los líderes garífunas, evidenciado por el secuestro y desaparición de Snaider Centeno y otros líderes de Triunfo de la Cruz en 2020, así como la continua militarización de sus tierras. Hacemos un llamado al gobierno de Honduras para que cumpla con los fallos internacionales, proteja la dignidad del pueblo garífuna y ponga fin a la represión de su derecho a defender sus territorios.
La comunidad internacional debe mantenerse alerta. El pueblo garífuna no está solo: estamos a su lado en nuestra lucha colectiva por la justicia, la igualdad y la protección de los derechos humanos.