Summary
En septiembre de 2011, los residentes del Asentamiento Informal Langaville (compuesto por más de mil quinientas familias y cuatro mil seiscientos residentes) representados por el Socio-Economic Rights Institute (SERI), pidieron una orden, que requiriera a la Municipalidad Metropolitana Ekurhelini proporcionar acceso suficiente al agua y servicios de saneamiento básico. La obligación de proporcionar estos servicios es reconocido en la Constitución de Sudáfrica, a través de la Ley de Servicios de Agua, Reglamento 3 de los Reglamentos Relativos a la Normas y Medidas Nacionales Obligatorias para Conservar el Agua (GN R509 en GG 22355 del 8 de junio de 2001). Ninguno de los residentes tenía acceso a servicios básicos de saneamiento. Algunos residentes contaban con letrinas cavadas a mano, otros hacian uso de los arbustos, mientras que otros pagaban una cuota por el acceso a los baños de un asentamiento informal cercano. El suministro de agua era una quinta parte del suministro mínimo prescrito por los reglamentos y a veces no era suficiente para beber. Conforme a la Ley de Servicios de Agua, los servicios básicos de saneamiento deben proporcionarse a los asentamientos formales e informales.
SERI y el municipio celebraron dos reuniones de coordinación, a petición de la municipalidad, en un intento por encontrar una solución amistosa. Durante la segunda reunión, la municipalidad decidió cumplir con la solicitud en su totalidad. Pocos días después, el municipio y SERI realizaron una visita conjunta al asentamiento informal para identificar donde podrían instalarse los servicios. En base a un convenio elaborado por SERI el Tribunal ordenó la instalación de dieciocho grifos y cuatro tanques de agua, para proporcionar un suministro básico de agua a los residentes de las tres extensiones o sectores del Asentamiento Informal Langaville, donde viven los solicitantes. El Tribunal también ordenó la instalación de ciento treinta y un retretes químicos, a fin de asegurar el acceso a saneamiento básico provisional