Summary
Mark Keenan recibió tratamiento psiquiátrico intermitente desde que tenia 21 años. A los 28 años, Keenan fue ingresado en la cárcel, inicialmente al centro de salud de la prisión. Se hicieron varios intentos de transferirlo a donde se encuentra la población carcelaria en general, pero su salud mental empeoró cada vez más. Tras un intento de transferencia, asaltó a dos guardias y su sentencia se incrementó en veintiocho días. Al día siguiente Keenan se ahorcó. Su madre alegó violaciones a la Convención Europea de Derechos Humanos, incluyendo la falla en la protección de su derecho a la vida conforme el artículo 2; violación de la prohibición de incurrir en trato inhumano y degradante conforme el artículo 3 y la falta de recursos efectivos contra estas violaciones conforme al artículo 13.
En virtud del artículo 2, el Tribunal declaró que las obligaciones positivas de los Estados podrían incluir evitar autolesiones. Para determinar las obligaciones del Estado, el Tribunal se pregunta si, teniendo en cuenta la información disponible, las autoridades deberían haber reconocido un riesgo inmediato de autolesión. Si conocido el riesgo se tomaron todas las medidas razonables, no hay ninguna violación. El Tribunal consideró que dado que el historial de Keenan no contenía diagnóstico formal de esquizofrenia, las autoridades no podían saber que estaba en riesgo de suicidio inmediato. Por lo tanto, su respuesta ante riesgo conocido era razonable, con estos argumentos desestimó el reclamo realizado en virtud del artículo 2.
Con respecto al artículo 3, los Estados están obligados a proteger la salud mental de los prisioneros, por lo que un tratamiento de salud mental inadecuado puede identificarse como una violación. En la evaluación sobre que tan adecuado es el tratamiento, la Corte considera la vulnerabilidad de las personas mentalmente enfermas y no obliga a articular efectos adversos específicos. En caso de Keenan, el mantenimiento insuficiente de registros, monitoreo e información psiquiátrica mostraban significativos defectos en el tratamiento. La extensión de su pena luego del asalto - nueve días antes de su liberación programada- no era compatible con el tratamiento estándar para un enfermo mental.
El Tribunal consideró que los recursos efectivos disponibles en virtud del Art. 13 eran inadecuados.. Ya que ninguno de los remedio disponible permitiría a Keenan poner en tela de juicio la condena a extender su plazo de prisión. Para su madre, una investigación judicial no era suficiente porque no determinaría la responsabilidad de las autoridades ni adjudicaría una indemnización. Un recurso por negligencia era insuficiente ya que en el no se consideraría el sufrimiento mental de Keenan ni se provee una compensación adecuada.