Summary
Habiéndose agotado todas las vías legales de recurso disponibles en la República de Corea (Corea), en 2012 se presentó esta comunicación ante el Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación Racial (Comité). El caso se refiere al análisis de VIH/SIDA y uso de drogas ilegales exigido a profesores extranjeros de inglés en Corea. Los docentes que poseen la ciudadanía coreana y que, aunque no la posean, son de origen coreano no están obligados a someterse a dichos análisis. La peticionante (L.G.) es una ex profesora de inglés de Nueva Zelanda que perdió su trabajo en 2009 tras haberse negado a someterse a una segunda ronda de análisis para renovar su contrato. La peticionante destacó en sus argumentaciones que los análisis de VIH/SIDA obligatorios y sus consecuencias sobre el posible empleo violan los estándares internacionales laborales y de derechos humanos. El empleador de L.G., la Oficina Metropolitana de Educación de Ulsan, justificaba los análisis como medio para controlar los valores y la conducta de los profesores de inglés extranjeros.
En su decisión, el Comité no estuvo de acuerdo con el gobierno de Corea, concluyendo que la política de análisis obligatorios no parecía estar justificada por razones de salud pública u otras razones y que violaba el derecho al trabajo sin distinción de raza, color, origen nacional o étnico (conforme al artículo 5 (e)(i) de la Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial). El Comité también sostuvo que el gobierno coreano había violado el derecho a un recurso efectivo (artículo 6 de la Convención) dada la respuesta inadecuada que habían dado las autoridades competentes de Corea cuando L.G. les presentó inicialmente su reclamo.
En este caso, el Comité emitió un conjunto de sólidas recomendaciones; entre ellas, un llamado a Corea para que le otorgue a L.G. una compensación adecuada por los perjuicios morales y materiales que sufrió, incluyendo compensación por los salarios que no percibió durante el año en el que no se le permitió trabajar. El Comité también urgió a las autoridades a tomar medidas para revisar los reglamentos relacionados con el empleo de extranjeros y abolir toda legislación o política que tenga como consecuencia la creación o perpetuación de la discriminación racial.