En la última década, las negociaciones en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra han buscado establecer un tratado que aborde la impunidad corporativa, pero el progreso ha sido lento debido a la oposición y la interferencia corporativa. Hoy en día, las corporaciones se benefician de la degradación ambiental, la apropiación de tierras, el desplazamiento masivo, las violaciones sistemáticas de derechos y hasta del genocidio, afectando de manera desproporcionada a los pueblos indígenas, mujeres, campesinas/os y personas defensoras de derechos humanos.
El informe de Líneas Rojas destaca los principios y protecciones no negociables que los Estados deben incluir en el ILV para garantizar que aborde de manera efectiva las causas estructurales de las violaciones y abusos corporativos. Este tratado representa una oportunidad crucial para priorizar a las personas y el planeta por encima del beneficio económico.
¿Qué es el Instrumento Legalmente Vinculante?
El Instrumento Legalmente Vinculante (ILV) es un tratado internacional propuesto que tiene como objetivo regular las actividades de las corporaciones transnacionales y otras empresas para prevenir abusos a los derechos humanos y daños ambientales. Si bien las negociaciones ganaron impulso en 2014 con el apoyo de los Estados del Sur Global, las negociaciones en Ginebra han enfrentado resistencia de poderosos lobbies corporativos y Estados cómplices, lo que revela la influencia generalizada de la captura corporativa. Sin embargo, estas conversaciones representan una oportunidad única y vital para consagrar las protecciones que la comunidad global ha exigido durante décadas.