Summary
Martinez-Cuevas y Aguilar presentaron una demanda colectiva contra su empleador, DeRuyter Bros. Dairy Co., solicitando en parte una sentencia que declarara inconstitucional la norma RCW 49.46.130(2)(g) de la Ley de Salario Mínimo de Washington (Ley MWA). Los trabajadores denunciaron que DeRuyter Brother’s Dairy Company incumplía las normas del salario mínimo, negaba recreos adecuados o tiempo para comidas, y no compensaba el trabajo realizado antes y después de muchos de los turnos de los empleados. Aunque las partes pudieron resolver los reclamos mediante una conciliación, se mantuvo el cuestionamiento constitucional respecto de la exclusión de los trabajadores agrícolas de la definición de empleado de la Ley MWA. Los peticionantes argumentaron que la exclusión de los trabajadores del sector lácteo de las protecciones de las horas extra de la Ley MWA violaba la cláusula de privilegios e inmunidades del artículo I, párr. 12, de la Constitución del Estado de Washington. También sostuvieron que su exclusión de las protecciones de las horas extra implica un derecho fundamental de la ciudadanía estatal, es decir, el derecho de quienes trabajan en industrias peligrosas a recibir protecciones de salud y seguridad en el lugar de trabajo.
En una decisión con 5 votos a favor y 4 en contra, la Corte opinó que la exclusión de trabajadores de las protecciones de las horas extra conforme a la Ley MWA era una violación inconstitucional de la cláusula de privilegios e inmunidades del Estado. Con arreglo a los precedentes del Estado de Washington, un reclamo referido a privilegios e inmunidades debe ser sometido a un análisis independiente de dos pasos. El primer paso del análisis cuestiona si se ha otorgado un “privilegio o inmunidad”, una ley que afecta “derechos fundamentales de la ciudadanía estatal”. Si la respuesta es afirmativa, el segundo paso del análisis exige que la corte determine si la legislatura tuvo “motivos razonables” para otorgar el privilegio o inmunidad, preguntándose si la distinción de la legislatura fue útil para alcanzar su objetivo establecido.
Al aplicar la primera parte del análisis, la Corte interpretó que el artículo II, párr. 35, de la constitución estatal creaba una obligación afirmativa de la legislatura estatal de promulgar leyes destinadas a proteger a los empleados que trabajan en condiciones peligrosas. Luego razonó que el trabajo en el sector lácteo es una ocupación peligrosa que en Washington tiene una tasa de lesiones que es 121 % más alta que en todas las demás industrias del Estado combinadas. El peligro del trabajo en el sector lácteo se veía intensificado en forma adicional por las condiciones de trabajo de horas extra existentes en la granja DeRuyter, debido a que se trabajaba periódicamente más de cuarenta horas por semana. Concluyendo que la primera parte del análisis se había cumplido, la Corte tuvo que determinar si los antecedentes legislativos apoyaban el argumento de DeRuyter de que la exclusión de los trabajadores agrícolas de la Ley MWA se basaba en motivos razonables. El tribunal concluyó que, debido a que las protecciones de las horas extra constituyen una medida de salud y seguridad, y porque no existen antecedentes legislativos que ofrezcan una justificación relacionada con la salud y la seguridad para excluir a los trabajadores lácteos, no existían motivos razonables.