Cada vez hay más países del Sur Global que se encuentran profundamente endeudados. El Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y los acreedores privados esperan nuevamente que nuestros países den prioridad al pago de la deuda a expensas de la provisión pública y los derechos humanos. Además, están utilizando las crisis de deuda para imponer cambios económicos y sociales alineados con los intereses de actores corporativos y financieros. Junto con movimientos sociales y organizaciones aliadas, las y los miembros de la Red-DESC se unen para acabar con estas políticas extractivas neoliberales que socavan la prestación pública de cuidados, limitan los recursos para abordar los impactos del cambio climático, y aumentan la precariedad de las y los trabajadores, con un impacto desproporcionado en las personas empobrecidas y en las mujeres de la clase trabajadora. Es el momento de unirse para tejer estrategias y demandas colectivas hacia un cambio transformador.
Nuestras demandas sobre la Deuda, los Cuidados y la Justicia Climática:
Para el FMI y el Banco Mundial:
- Cancelar las deudas ilegítimas e insostenibles, particularmente las de los países de bajos y medianos ingresos, y garantizar que todas las políticas crediticias y salvaguardas den primacía a las obligaciones en materia de derechos humanos y protección ambiental.
- Democratizar el proceso de la deuda garantizando la transparencia, la rendición de cuentas y la gobernanza democrática, incluida la participación significativa de las comunidades afectas y de las organizaciones de la sociedad civil.
- Dejar de imponer condicionalidades nocivas; tanto el FMI como otros acreedores internacionales deberían abstenerse de imponer medidas de austeridad y políticas neoliberales que impacten negativamente a los países empobrecidos. Estas incluyen la devaluación de las monedas y ajustes estructurales como aumentos de impuestos regresivos, reducciones del gasto público y debilitamiento de las protecciones laborales.
Para Gobiernos/Estados:
- Centrarse en modelos económicos alternativos basados en la solidaridad, la cooperación, el mutualismo y las economías participativas, que valoren la contribución social del cuidado y otras formas de trabajo y el bienestar mutuo de las personas y la naturaleza.
- Lograr la Justicia Fiscal mediante la creación de un amplio espacio fiscal para abordar los déficits financieros a través de regímenes fiscales progresivos. Sellar las lagunas fiscales, incluido el fin de los subsidios fiscales para las grandes corporaciones; introducir impuestos sobre el patrimonio y apoyar los esfuerzos globales para eliminar los flujos financieros ilícitos, así como poner fin a los paraísos fiscales.
- Eliminar las garantías soberanas de las asociaciones público-privadas (PPPs en sus siglas en inglés).
- Detener la captura corporativa sobre instituciones gubernamentales y la toma de decisiones, para garantizar los derechos humanos y regular a los actores corporativos y con ello garantizar que se respeten los derechos humanos tanto en los Estados de origen como de acogida.
- Dar prioridad a los derechos humanos y las protecciones ambientales sobre los intereses de las corporaciones en los paquetes de recuperación económica gubernamentales e internacionales, incluso mediante la promoción de economías regenerativas y basadas en los cuidados que promuevan la igualdad sustantiva y las transiciones energéticas justas de los combustibles fósiles a las emisiones de carbono cero.