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Miércoles, Mayo 8, 2024
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La 68.ª Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW), el principal organismo intergubernamental mundial dedicado a la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, concluyó su sesión de dos semanas el viernes 22 de marzo de 2024.

En esta ocasión, más de 20 integrantes de la Red-DESC participaron en la CSW68 para colaborar con diversas redes y movimientos sociales de mujeres y feministas. Juntxs abogaron por una igualdad sustantiva, demandando normativas y estructuras que prioricen la justicia de género, económica y ambiental. Este año, el enfoque se centró en combatir la pobreza y fortalecer el financiamiento e instituciones desde una perspectiva de género. Aunque las miembras de la Red celebraron las conclusiones finales adoptadas, enfatizaron la necesidad de reformas más profundas en la gobernanza macroeconómica global para combatir la feminización de la pobreza  y fomentar una agenda sustantiva hacia la igualdad de género.

Prioridades y acciones colectivas de las miembras de la Red-DESC en la CSW68

La CSW68 congregó a más de 100 lideresas y líderes mundiales y 4.800 representantes de organizaciones civiles, marcando una de las asistencias más numerosas en la historia de la CSW.

Antes y durante este evento de dos semanas de duración, nuestras organizaciones y afiliadas miembras se movilizaron en diversas acciones colectivas. La participación comenzó con un llamado a la rendición de cuentas por las atrocidades cometidas contra las mujeres palestinas, a un cese al fuego inmediato y, en línea con el tema de la CSW, a la restauración de la financiación para agencias fundamentales como La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio (UNRWA), así como la suspensión de la ayuda militar a Israel. Además, las organizaciones miembras contribuyeron activamente a la incidencia colectiva del Caucus de Mujeres que fue cofacilitado por APWLD, Fos Feminista y FEMNET, manteniendo diálogos con los Estados miembros y participando en conversaciones estratégicas con diversas alianzas.

En un desayuno estratégico celebrado el segundo día de la CSW 68, se identificaron preocupaciones comunes para la  incidencia. Ante la regresión global de los derechos de las mujeres y el aumento de los ataques al derecho a la autonomía corporal, Sanyu Awori de la red feminista global AWID (Kenia) comentó: “Es momento de reclamar nuestro poder feminista y desafiar las narrativas capitalistas y neoliberales y las soluciones superficiales a la pobreza, el desarrollo y la financiación”.

En muchas sesiones quedó claro que el llamado a la cancelación de la deuda está muy vivo y presente en las agendas feministas de todo el mundo, y que romper las cadenas de la deuda es una lucha clave que no eludiremos para hacer realidad nuestros derechos y acercarnos a nuestra emancipación.
— Mae Buenaventura (APMDD, Filipinas)

En este contexto, se celebró la oportunidad de alinear fuerzas con un movimiento feminista transnacional, “afirmamos un escenario global donde, desde México hasta el resto del mundo, las mujeres son las más afectadas por la pobreza, las desigualdades y la violencia”, expresó Norma Palacios, miembro del sindicato de trabajadoras del hogar SINACTRAHO (México).

La CSW se presenta como un foro crucial para abogar por temas vinculados a la pobreza extrema, incluso como resultado de violaciones de derechos humanos por parte de corporaciones transnacionales. El grupo denunció el creciente papel de las corporaciones en la erosión de la democracia, los derechos laborales y los servicios públicos, lo que afecta la sostenibilidad de la vida y del planeta con total impunidad.

Estas preocupaciones se exploraron más en profundidad en el evento “Desafiando el poder corporativo para reducir la pobreza y fortalecer los derechos humanos“, que coorganizamos como parte de la coalición Feministas por un Tratado Vinculante el 13 de marzo. “Consideramos la CSW68 como un espacio global para crear solidaridad, aprendizaje y especialmente para llamar la atención sobre la situación que vivimos en Argentina, donde representantes de empresas ahora forman parte de ministerios e instituciones públicas que promueven políticas de ajuste estructural que benefician sus negocios y ganancias, lo que representa un claro caso de captura corporativa del Estado”, declaró Claudia Lázzaro del sindicato de obreros curtidores SOCRA (Argentina), quien intervino en el panel.

 

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  • La Red-DESC participó en la CSW68 para incidir en nuestra defensa colectiva de la justicia de género, especialmente en la intersección de la deuda, los cuidados y el clima.
  • La Red-DESC participó en la CSW68 para incidir en nuestra defensa colectiva de la justicia de género, especialmente en la intersección de la deuda, los cuidados y el clima.
  • La Red-DESC participó en la CSW68 para incidir en nuestra defensa colectiva de la justicia de género, especialmente en la intersección de la deuda, los cuidados y el clima.
  • ESCR-Net engaged in CSW68 to advance our collective advocacy for gender justice, particularly at the intersection of debt, care and climate.
Instamos a los gobiernos a promover políticas de cuidados transformadoras que aborden las injusticias estructurales subyacentes a la subvaloración del trabajo de cuidados remunerado y no remunerado y a desarrollar sistemas de cuidados integrales que redistribuyan el tiempo, las relaciones de poder desiguales y recursos.
— Maria de la Luz Padua (SINACTRAHO, México)

Un llamado a priorizar el cuidado y exigir la justicia de la deuda

Las conversaciones sobre la justicia económica de las mujeres deben reconocer y promover el derecho al cuidado. Los debates y conclusiones de la Comisión son mecanismos fundamentales para impulsar el marco de las 6Rs del pacto social sobre el cuidado de  la Red-DESC, que valora y redistribuye el trabajo de cuidado y garantiza la representación y el reconocimiento de las personas cuidadoras, la mayoría de las cuales son mujeres. Como señaló María de la Luz Padua de SINACTRAHO (México), “instamos a los gobiernos a promover políticas de cuidados transformadoras que aborden las injusticias estructurales subyacentes a la subvaloración del trabajo de cuidados remunerado y no remunerado y a desarrollar sistemas de cuidados integrales que redistribuyan el tiempo, las relaciones de poder desiguales y recursos”. En este contexto, el 11 de marzo organizamos junto con varias otras organizaciones un evento titulado “Reconstrucción de la organización social del cuidado: una clave para desmantelar la pobreza de las mujeres”, en el que se discutió el papel fundamental del trabajo decente para trabajadores del cuidado y la responsabilidad pública de los Estados en financiar, regular y proporcionar servicios y sistemas públicos de cuidado. Mela Chiponda, de Shine Campaign (Zimbabwe), comentó: “Venimos a desafiar la estrecha creencia de que el empoderamiento económico de las mujeres equivale esencialmente al espíritu empresarial de las mujeres y afirmamos que para abordar verdaderamente la pobreza de las mujeres es necesario pedir la cancelación de todas las actividades insostenibles y deuda ilegítima e instamos a que se establezcan resoluciones y mecanismos justos sobre la deuda”.

La priorización de la reforma fiscal también resuena en los debates. Mahinour ElBadrawi de CESR apuntó: “Las propuestas de reformas fiscales progresivas no solo son esenciales para tener la capacidad política y económica de avanzar economías que pongan la equidad, la solidaridad y los derechos humanos en el centro, sino también pilares clave para la liberación de los pueblos del sur global y la emancipación de las mujeres del sur global. La CSW68 se convierte en un espacio clave para acercar estos llamados y movimientos de diferentes realidades y sectores”.

El poder radica en la oportunidad de crear sinergias entre los defensores de la justicia climática, de la deuda y del cuidado. Mae Buenaventura de APMDD afirmó: “Vinimos a unir fuerzas con movimientos y redes para desmantelar males sistémicos, el más importante de ellos, un sistema financiero y económico que mantiene la esclavitud del Sur Global al servicio de deudas ilegítimas. En muchas sesiones quedó claro que el llamado a la cancelación de la deuda está muy vivo y presente en las agendas feministas de todo el mundo, y que romper las cadenas de la deuda es una lucha clave que no eludiremos para hacer realidad nuestros derechos y acercarnos a nuestra emancipación”.

Nuestras reacciones a las conclusiones acordadas:

De acuerdo con los análisis y reflexiones de nuestra membresía, acogemos con satisfacción ciertos avances en el lenguaje de las conclusiones acordadas que se adoptaron el 22 de marzo de 2024. En particular:

  • La CSW 68 insta a una cooperación y a la implementación de reformas tributarias que permitan a los países movilizar e invertir recursos en pro de la igualdad de género. Se enfoca en gravar a aquellos con mayor capacidad de pago, mediante impuestos sobre el patrimonio y las corporaciones; prevenir la imposición de impuestos regresivos que afectan desproporcionadamente a mujeres con ingresos bajos o nulos; y asegurar la asignación de recursos públicos para satisfacer las necesidades y los derechos de las mujeres y las niñas.
  • La CSW ha logrado algunos avances, aunque considerados débiles, en el ámbito de la gestión de la deuda. Las conclusiones acordadas resaltan la urgente necesidad de mejorar los mecanismos internacionales de deuda para facilitar la revisión de la deuda, las suspensiones de pagos y la reestructuración. Además, el texto reconoce el papel importante, aunque variable según el caso, del alivio de la deuda, incluida la cancelación de la misma cuando sea apropiado, y la reestructuración de la deuda como herramientas clave para la prevención, gestión y resolución de crisis de deuda. Estas medidas se ven también como formas de mejorar el espacio fiscal disponible para inversiones que beneficien a todas las mujeres y niñas que viven en condiciones de pobreza. No obstante, como señaló Mae Buenaventura, “los resultados son débiles e insuficientes en un contexto en el que los países incumplen sus mandatos de prestación de servicios públicos debido a la priorización del servicio de la deuda, afectando así acciones para atender la violencia contra las mujeres y los programas, políticas o sistemas de cuidados, agudizando la falta de protección a los territorios y al planeta que se evidencia en los bajos presupuestos para enfrentar la crisis climática”.
  • En relación con el derecho al cuidado y al empleo, la Comisión subraya que los Estados miembros, que tienen la principal responsabilidad en materia de integración e inclusión social, deben fortalecer los sistemas de cuidados y apoyo, incluida la economía del cuidado. Este enfoque implica asegurar el acceso a los servicios sociales básicos, la atención y el apoyo que las personas necesitan, fundamentándose en los principios de igualdad y no discriminación. Esto incluye la implementación de medidas para erradicar la pobreza, políticas laborales, servicios públicos y programas de protección social que consideren cuestiones de género, promoviendo así los derechos y el bienestar de todas las mujeres y niñas. Además, se hace un llamado a adoptar nuevas estrategias de desarrollo hacia economías sostenibles, lo que incluye fortalecer los sistemas de protección social que son inclusivos y tienen perspectiva de género, y aumentar la inversión en la economía del cuidado para reducir la pobreza de tiempo e ingresos de las mujeres y ampliar sus oportunidades de empleo. Reconocemos la mejora en el llamado a la implementación de políticas económicas y sociales sensibles al género, lo que incluye fomentar una mayor representación, liderazgo y participación de las mujeres en las instituciones económicas, haciendo cumplir estándares laborales básicos para asegurar igual remuneración por trabajo de igual valor, e implementando políticas que apoyen a empresas propiedad de mujeres.
  • En cuanto a la justicia climática, el lenguaje utilizado es insuficiente. El cambio climático continúa empujando a millones de mujeres a la pobreza y el hambre cada año. Las conclusiones acordadas por la CSW68 son aún débiles a la hora de señalar avances hacia una economía regenerativa que garantice el cuidado y la igualdad sustantiva, dando prioridad a los derechos humanos y la sostenibilidad. Miembras de APWLD expresaron: “Esta es una oportunidad perdida para enfatizar que es urgente el establecimiento de un Fondo de Pérdidas y Daños basado en los derechos humanos. Las conclusiones acordadas tampoco exigen a los países desarrollados y a las empresas del Norte Global que cesen las violaciones de derechos humanos en proyectos de mitigación y adaptación y que aseguren la continuación de contribuciones justas a todos los países en desarrollo en la escala necesaria y sobre la base del principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas y capacidades respectivas”.
  • Es crucial destacar que la Comisión ha instado a todos los Estados, organismos especializados y organizaciones del sistema de las Naciones Unidas a continuar apoyando mecanismos que brinden asistencia de emergencia y servicios vitales a mujeres y niñas que viven en situaciones de conflicto armado, incluidas aquellas sujetas a actos que pueden equipararse a crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio. Se subraya la importancia de aliviar la extrema pobreza y la grave situación socioeconómica y humanitaria; garantizar la seguridad y el bienestar de las poblaciones civiles, especialmente de las mujeres y las niñas que carecen de acceso a servicios básicos; y trabajar para erradicar las causas profundas de dicha pobreza. Esta directriz se ha vuelto más pertinente en un contexto de retirada de la financiación de la UNRWA, que es fundamental para apoyar la ayuda y el desarrollo humano de los refugiados palestinos, abordando una serie de áreas críticas.
Venimos a desafiar la estrecha creencia de que el empoderamiento económico de las mujeres equivale esencialmente al espíritu empresarial de las mujeres y afirmamos que para abordar verdaderamente la pobreza de las mujeres es necesario pedir la cancelación de todas las actividades insostenibles y deuda ilegítima e instamos a que se establezcan resoluciones y mecanismos justos sobre la deuda.
— Mela Chiponda (Zimbawe)

Próximos pasos

Como subrayaron las miembras, las conclusiones acordadas ahora deberían aprovecharse a nivel global, regional y nacional para promover regulaciones y políticas que aborden de manera efectiva la erradicación de la pobreza, asegurando los derechos de las mujeres y la igualdad de género. El camino a seguir es crítico. “Necesitamos trabajar para garantizar que nuestras voces sean escuchadas en un contexto donde avanza la derecha y la criminalización de la protesta. Debemos unirnos para definir una estrategia feminista para la justicia social y de género, que es absolutamente necesaria”, señaló Claudia Lázzaro.

En este sentido, estamos evaluando los próximos espacios y oportunidades para continuar avanzando en nuestra defensa colectiva de la justicia de género, particularmente en la intersección de la deuda, el cuidado y el clima. Nuestra reunión de Estrategia Global de la Red-DESC, programada para septiembre en Chiang Mai (junto con otras reuniones globales clave lideradas por APWLD y AWID), será un momento crucial para renovar y ampliar nuestro trabajo y nuestra campaña por la igualdad de género sustantiva, aprovechando nuestro poder como una red de 300 organizaciones e individuos en 80 países. Nuestras organizaciones y personas miembras también seguirán planteando demandas relacionadas con la deuda y la justicia climática en espacios clave próximos, como las Reuniones de Primavera del FMI en abril de 2024 y la COP en noviembre de 2024, además de abogar por regulaciones legalmente vinculantes sobre la captura corporativa en la próxima sesión del IGWG. La 69.ª sesión de la CSW del próximo año, que conmemorará el 30º aniversario de la Plataforma de Beijing, será una oportunidad para reunirnos nuevamente con el movimiento feminista más amplio y los defensores de los derechos de las mujeres para abogar especialmente por la transición a una economía regenerativa que garantice el cuidado y la igualdad sustantiva, priorizando los derechos humanos y la sostenibilidad.

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Durante la semana del 11 al 22 de marzo, miembras del Grupo de Trabajo (GT) de Mujeres y DESC se reunieron en Nueva York, en el marco de la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW, por sus siglas en inglés). A lo largo de esta semana se llevaron a cabo actividades, se mantuvieron entrevistas con diferentes grupos y se realizaron actividades colectivas, aprovechando que se encontraban en la ciudad más de 20 miembras del grupo de trabajo Mujeres y DESC.