Summary
Gurulingappa Savadi era el cabeza de una familia india conjunta (intergeneracional) que murió en 2001. En 2002, su nieto presentó una demanda para dividir la propiedad familiar, alegando que sólo la viuda y los dos hijos de Savadi eran copropietarios de la propiedad después de la muerte de Savadi. La demanda afirmaba que las dos hijas casadas de Savadi no tenían derecho a ninguna parte de los bienes familiares, ya que nacieron antes de la Ley de Sucesión india (ley consuetudinaria/personal codificada), y por lo tanto no podían ser tratadas como copartícipes (personas que comparten conjuntamente con otros una herencia). El tribunal de primera instancia confirmó que las hijas no tenían derecho a parte de la propiedad de la familia. El tribunal de primera instancia también rechazó la afirmación alternativa de que con la aprobación de la Ley de Sucesión india (enmienda) de 2005, las hijas tienen derecho a una parte igualitaria de los bienes. Las hijas apelaron hasta que el caso llegó a la Corte Suprema.
El 1 de febrero de 2018, la Corte Suprema anuló la sentencia del tribunal inferior, declarando que la enmienda legislativa de 2005 resolvía inequívocamente el caso en favor de las partes recurrentes. La enmienda establece que cualquier hija de un copartícipe se convierte por nacimiento en copartícipe y tiene los mismos derechos y obligaciones con respecto a la propiedad que un hijo. En el presente caso, el juicio por partición se presentó en el año 2002. Sin embargo, durante la tramitación de esta demanda, entró en vigor la enmienda mencionada, ya que el tribunal de primera instancia no otorgó el decreto de partición hasta el año 2007. Por lo tanto, los derechos de las partes recurrentes se cristalizaron en el año 2005, y esto debería haber sido tenido en cuenta por los tribunales inferiores. Aunque Savadi murió en 2001 y la enmienda no es retroactiva, se aplica al presente caso porque la partición no se completó hasta que el decreto fue emitido por el tribunal inferior. La enmienda fue aprobada en interés de la igualdad de género según la ley, y ahora las hijas tienen los mismos derechos que los hijos con respecto a los bienes de propiedad común divididos después de la enmienda a la Ley, independientemente de cuándo nacieron. La Corte observó que la ley relativa a una familia hindú conjunta ha experimentado cambios sin precedentes. Explicó además que “los mencionados cambios han sido presentados para abordar la creciente necesidad de merecer la igualdad de trato para las parientes mujeres más cercanas, es decir, las hijas de un copartícipe (…) Se ha intentado hacer estos cambios sobre la piedra angular de la igualdad, buscando así eliminar la discapacidad percibida y los prejuicios a los que eran sometidas las hijas”.
Dado que Savadi dejó una viuda, dos hijos y dos hijas, la Corte dictaminó que cada una de las hijas que apeló la decisión tiene derecho a una quinta parte de los bienes familiares.