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Jueves, Enero 23, 2025

En diciembre de 2024, la Red-DESC acudió en Ginebra a la 10ª sesión del Grupo de Trabajo Intergubernamental (IGWG) con el objetivo de promover un tratado jurídicamente vinculante sobre el poder corporativo.

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Demo
Activistas mostrando un cartel para desafiar el poder corporativo y exigir justicia. Foto: @Angel Amaya

En diciembre de 2024, durante la 10ª sesión del Grupo de Trabajo Intergubernamental (IGWG) sobre las Empresas Transnacionales y Otras Empresas Comerciales en el Contexto de los Derechos Humanos, una delegación de la Red-DESC acudió a Ginebra para abogar por un tratado jurídicamente vinculante que regule el poder corporativo. Este esfuerzo buscó abordar preocupaciones significativas sobre la rendición de cuentas empresarial y la captura corporativa en las negociaciones del tratado, asegurando que las voces de las comunidades afectadas estuvieran en el centro de las discusiones.

Aportaciones clave y esfuerzos de incidencia

Durante toda la sesión, la delegación de la Red-DESC lanzó mensajes fundamentales para garantizar que el tratado incluya disposiciones sólidas sobre la rendición de cuentas corporativa. Shohel Hajong, de la Asia Indigenous Peoples Pact (AIPP), enfatizó el impacto de los proyectos corporativos en los Pueblos Indígenas en una declaración general en nombre de la Red, AIPP, FIAN International y Feminists For a Binding Treaty (F4BT). Estos proyectos amenazan derechos fundamentales, incluido el derecho a la autodeterminación y al Consentimiento Libre, Previo e Informado. “Los Pueblos Indígenas están siendo desalojados de sus tierras y territorios ancestrales, lo que no solo es una violación de sus derechos a las tierras, territorios y recursos, sino que también debilita el papel de las mujeres indígenas en la conservación de recursos y la gestión de sistemas alimentarios sostenibles”, afirmó.

Martha Devia Grisales, del Comité Ambiental en Defensa de la Vida, en una declaración conjunta con ISHR, Asia Forum y Franciscans International, subrayó la urgente necesidad de regulaciones vinculantes: “Tras diez años de negociaciones, creemos más que nunca que reglas vinculantes y mejores regulaciones para las empresas son esenciales. Esto es particularmente urgente en el contexto de la triple crisis planetaria y en situaciones de conflicto donde la impunidad corporativa es la norma. También vemos un aumento en la criminalización, el hostigamiento y la intimidación de defensores de derechos humanos, especialmente aquellos que luchan contra los intereses corporativos y protegen el medio ambiente”.

Construyendo sobre estos puntos, Juana Toledo, del Consejo de Pueblos Maya Wuxhtaj, destacó el impacto profundo de las negociaciones: “Esta 10ª negociación del tratado sobre derechos humanos y empresas ha tomado un giro importante. Hay esperanza y caminos a seguir. La lucha de los pueblos que han sufrido muertes, despojos y desalojos de sus territorios no ha sido en vano. Debemos seguir luchando por los derechos de los seres humanos y la Madre Tierra. Debemos detener la captura corporativa, un sistema asesino que está destruyendo la vida humana, los árboles, los animales y el agua en la Madre Tierra. Los Estados y la sociedad civil de todo el mundo deben mantenerse firmes hasta que este tratado sea aprobado para poner fin a la impunidad corporativa”.

Abordando la captura corporativa

Dominic Renfrey, del Center for Constitutional Rights, destacó una preocupación importante: la influencia corporativa dentro del grupo de trabajo. Señaló el evidente conflicto de intereses, explicando: “Representantes de fabricantes de armas siguen activos en las actividades del grupo de trabajo, a pesar de su claro conflicto de intereses. Desde el comienzo de la campaña genocida de Israel contra los residentes palestinos de Gaza, al menos diez miembros del Consejo de Negocios Internacionales de los Estados Unidos (USCIB) han obtenido ganancias significativas vendiendo armas al Estado de Israel”.

Marta Ribera Carbó, del Observatorio DESC, también abordó el tema de la captura corporativa, afirmando: “La captura corporativa de la gobernanza internacional y nacional está impulsando la continua impunidad corporativa. No podemos esperar que las corporaciones se suscriban voluntariamente a su propio enjuiciamiento ni podemos esperar que participen legítimamente en establecer los parámetros de su propia rendición de cuentas. Eso es un claro conflicto de intereses”.

Demandas para el tratado

Desde la Red se delinearon varias demandas clave para fortalecer el tratado:

  • Disposiciones legales fuertes: El tratado debe exigir a los Estados que establezcan un sistema integral de responsabilidad legal para las empresas que causen o contribuyan a abusos contra los derechos humanos. Esto es esencial para cerrar la brecha en el derecho internacional que permite a los actores corporativos evadir responsabilidades, como se destacó en casos como el desastre de la represa de Brumadinho en Brasil, donde la negligencia corporativa causó daños significativos al medio ambiente y a la población.
  • Eliminación de la captura corporativa: El tratado debe incluir salvaguardas para prevenir la interferencia corporativa en las políticas públicas. Aprendiendo del Convenio Marco para el Control del Tabaco de la Organización Mundial de la Salud, los miembros de la Red-DESC abogan por protecciones similares para asegurar que los procesos de toma de decisiones permanezcan libres de influencias corporativas indebidas, ya que la captura corporativa ha sido un obstáculo importante para lograr la rendición de cuentas.
  • Primacía de los derechos humanos: Los Estados deben reafirmar la primacía de los derechos humanos sobre los intereses comerciales. El tratado debe garantizar que las obligaciones en materia de derechos humanos tengan prioridad sobre los acuerdos de comercio e inversión, protegiendo así a las comunidades de prácticas corporativas explotadoras que socavan derechos fundamentales.
Próximos pasos para la acción colectiva

De cara al futuro, el Grupo de Trabajo sobre rendición de cuentas corporativa de la Red-DESC (CAWG) jugará un papel crucial en la configuración del tratado mediante una incidencia continua y un compromiso estratégico. El grupo planea reunirse nuevamente para definir próximos pasos, incluyendo aportes a las reuniones intersesionales. Estas reuniones serán críticas para dar forma al tratado, con consultas temáticas sobre artículos clave como los derechos de las víctimas, el acceso a remedios y la responsabilidad legal. El grupo continuará participando activamente para garantizar que el tratado refleje las voces y demandas de la sociedad civil.