En febrero de 2016, una mujer romaní dio a luz en un hospital público de Miskolc, al nordeste de Hungría. Mientras gritaba de dolor durante el parto, la partera le gritó “si vuelves a gritar te tapo la cara con la almohada”. Cuando la mujer pidió disculpas, el médico le dijo: “si hubieras gritado otra vez hubiera llamado al psiquiatra para que te quiten el bebé y no recibirías beneficios por hijo, porque, igual, ¡ustedes las gitanas solo vienen a parir por el dinero!”.